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29 octubre 2008

Taficeño y ferroviario, una nueva esperanza para los Talleres

Este martes se inauguró la obra de reacondicionamiento de la Nave de Vagones de los Talleres Ferroviarios de nuestra ciudad. Alguna vez supo albergar a 5.000 operarios pero las sistemáticas políticas de desguace de la actividad ferroviaria que comenzaron con Onganía pudieron más, hasta su cierre durante la última dictadura militar. Allí se abrió una profunda herida en nuestra ciudad que aún no cicatriza.
Se reabrieron con Alfonsín, los provincializó el ex gobernador tucumano Palito Ortega y los cerró de nuevo el genocida Antonio Bussi, hace poco condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad. Con Néstor Kirchner se reabrieron, con una dotación de 66 operarios, pero había poco trabajo porque los Talleres fueron desmantelados. Con esta inauguración parece que la cosa viene bien, pues ahora recién está en condiciones la planta para reparar vagones.
Yo estuve allí ayer. Mi deformación profesional como periodista se enfrentó de a ratos con la sangre ferroviaria que corre por mis venas. Soy hijo y nieto de ferroviario. Estoy entre la mirada fría y distante y la esperanza. Quiero creer que la cosa viene bien, necesito creer que otra vez el sonido metálico de las máquinas nos acompañará de nuevo, día y noche. Que los jóvenes tendrán allí un futuro de trabajo. Por ahora, estoy feliz.

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