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25 septiembre 2015

Tucumán: La primavera peronista que duró seis días

Fui a la plaza Hipólito Yrigoyen durante la acampada peronista, frente a Tribunales, en el Barrio Sur de San Miguel de Tucumán, cuando la Cámara en lo Contencioso anuló las elecciones provinciales del 23 de agosto hasta que la Corte Suprema de Justicia puso las cosas en su lugar, seis días más tarde.

Por ejercicio periodístico y por razones ideológicas no podía faltar. Intuía que allí pasaba algo que no debía perderme. Y fui, en dos ocasiones.

La primera impresión fue el contraste entre el nombre del paseo y lo que sucedía ante mis ojos. Pese a que la plaza tiene el nombre de uno de los principales ideólogos del radicalismo, esa hectárea olía a peronismo y sonaba a peronismo desde mucho antes de llegar.

Entre el miércoles 16 y lunes 21 de septiembre, la Yrigoyen fue un hormiguero de peronistas, de lo
más variopinto. Fue una suerte de primavera justicialista, en el que se mezclaron todos, lo que en 12 años no pudo conseguir Alperovich:

Peronistas burócratas y peronistas de la calle
Peronistas de Barrio Norte y peronistas villeros
Peronistas de 4x4 y peronistas de a pié
Peronistas ricos y peronistas pobres
Peronistas clase media y peronistas premium
Peronistas de casas del Instituto de la Vivienda y peronistas del country
Peronistas empresarios y peronistas asalariados
Peronistas psicovolches y filoperonistas
Peronistas de derecha y peronistas de izquierda
Peronistas sushi y peronistas del choripán
Peronistas golf y peronistas de potrero
Peronistas eruditos y peronistas que apenas saben firmar
Peronistas por convicción y peronistas que sólo saben que son peronistas
Peronistas históricos y peronistas recién llegados
Peronistas de la bailanta y peronistas del rock
Peronistas del fernet y peronistas del tetra
Peronistas de “no como harinas blancas” y peronistas parrilleros
Peronistas mujeres en exceso teñidas y pintadas, y nenas peronistas del gym
Peronistas de traje y peronistas remera muestra pupo
Peronistas oportunistas y peronistas que le pusieron el lomo a todo
Peronistas intelectuales y peronistas “boca sucias”
Peronistas de manos limpias y peronistas de uñas siempre largas y con tierra
Peronistas de la capital y peronistas del interior
Peronistas clasemedieros que fueron de tour a la plaza y peronistas del aguante
Peronistas del foclore y peronistas bachateros
Peronistas funcionarios y peronistas empleados de alguna oscura oficina estatal
Peronistas de Perón y peronistas de Evita
Peronistas electos y peronistas que jamás serán electos a nada
Peronistas católicos y peronistas ateos
Peronistas que no se juntan con peronistas y peronistas que se abrazan con todos
Peronistas que no saben la marcha y peronistas que la cantan desde siempre
Peronistas putos, peronistas hétero y también de los otros
Peronistas apoltronados en gremios y peronistas del llano
Todos, peronistas

Hasta el 21, la Yrigoyen fue eso y mucho más. El olor a choripán invadió todo a tres cuadras a la redonda. Un solo grito los unió, paradójicamente por un reclamo de la oposición. El idilio terminó ese lunes al mediodía cuando el gobernador reconocido por la Justicia, Manzur, mandó a todos a sus casas. La burocracia peronistas le teme a los peronistas movilizados en la calle por un ideal. Otra historia comenzó a escribirse.


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