17 septiembre 2020

Un plan para reducir la brecha digital pero el diario no hablaba de ti

 El Gobierno puso en marcha un ambicioso programa de inversión en tecnología que comprende un satélite, banda ancha y TV digital.   


Para el que intenta mantenerse al día de sobre lo que hablan los medios la experiencia podría asimilarse a subirse a una montaña rusa. La vorágine informativa muta hora tras hora en tres ejes que se disputan los titulares de los diarios, radios e informativos de tv abierta y de cable: pandemia, política y economía, y asoma otra vez el deporte con el retorno del fútbol en las ligas internacionales.

En medio de tanto ruido, en esa realidad publicada, hay un eje que pasó casi desapercibido porque carece de la potencia, de la espectacularidad que bien valdría lo que en el periodismo llamamos un "título catástrofe". Y es la presentación del Plan "Conectar" que comprende satélite, banda ancha y TV digital, con una inversión estatal de $38.000 millones.

La pandemia desnudó, le dio visibilidad, paradójicamente, a los millones de argentinos y argentinas que están desconectados, que quedaron del otro lado de quienes pueden conectarse a diario a internet para estudiar, trabajar o simplemente para pasar ratos de ocio. Y es la brecha digital.

En números, el 19,5% de los alumnos de las escuelas primarias argentinas no tiene acceso a internet en el hogar y esto limita sus oportunidades, según un informe del Observatorio Argentinos por la Educación. En el nivel secundario, el 15,9% de los alumnos no tiene acceso a internet desde su casa, según el mismo reporte.

En algunas provincias la situación de desigualdad es muy marcada. En base a las pruebas Aprender 2018, hay "siete provincias donde un tercio de los estudiantes de primaria no tiene acceso a internet en su hogar" y son: Santiago del Estero (40,7%), Formosa (37,7%), San Juan (36,1%), Catamarca (35,0%), Misiones (35,0%), Chaco (33,5%) y Corrientes (33,3%).

Esta situación se repite en el ámbito de los estudios superiores, en los universitarios. Un relevamiento realizado por el Centro Atenea y la Federación de Docentes Universitarios (FEDUN) mostró las dificultades en el acceso a la educación a distancia que sufren los estudiantes más alejados de los centros urbanos, en especial en el Nordeste del país. Y a la falta de conectividad de banda ancha se suma la ausencia de computadoras en los hogares.   

El estudio muestra un mapa del impacto que la virtualización forzosa produjo en los casi dos millones de estudiantes y los 141.000 docentes de la educación superior universitaria. Para ello, se tomaron datos de seis universidades nacionales: de Tucumán, del Nordeste, Cuyo, Comahue, La Matanza y la UBA.

Entre sus resultados señaló que en el Nordeste argentino las conexiones de banda ancha por cada 100 hogares se ubica en torno a 35, es decir, 20 menos que en el promedio nacional y apenas un tercio de la cantidad de conexiones fijas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, la mayoría de los estudiantes de esa región suelen usar teléfonos celulares en vez de computadoras.

También es estudio concluyó que los y las estudiantes de las universidades situadas en el norte argentino navegan a una velocidad menor. El promedio de velocidad de provincias como Formosa (15) es duplicado por la velocidad de Buenos Aires (30) y casi triplicado por la Ciudad de Buenos Aires (44).

Por eso, el trabajo concluye que “la brecha tecnológica castiga doblemente a los y las estudiantes provenientes de hogares pobres, quienes ya debían superar obstáculos para acceder a la educación superior y que, en circunstancias de aislamiento, cuentan con menos herramientas para permanecer y tener un buen desempeño en las universidades”.

Una hoja de ruta   

Estos datos, de estudiantes de primaria, secundaria y universitaria ofrecen una pista por donde debería comenzar a cerrarse esa brecha desde las políticas estatales. Por fuera de estas cifras y porcentajes hay un universo invisible de argentinos y argentinas que no están contenidos por el sistema educativo.

Así, el lanzamiento del Plan Conectar que lanzó el Gobierno Nacional este miércoles 16 de septiembre, que ya desapareció de la agenda mediática, adquiere una particular importancia. 

Este Plan Nacional de Conectividad "Conectar" contará con una inversión de $37.900 millones hasta 2023, para buscar universalizar el acceso a conexiones de banda ancha de última generación y prevé la reactivación del Plan Satelital Argentino.

Se actualizará y extenderá hasta los 38.808 kilómetros la Red Federal de Fibra Óptica, se renovarán los equipos de las 100 estaciones de la Televisión Digital Abierta (TDA) y se pondrá en valor el Centro Nacional de Datos de ARSAT.

Los ejes del plan para potenciar la universalización del acceso a los servicios TIC:

- Sistema Satelital Argentino: $ 19.950 millones

- Red Federal de Fibra Óptica: $ 13.200 millones

- Data Center de ARSAT: $ 4.300 millones

- Televisión Digital Abierta: $450 millones

Objetivos:

Sistema Satelital Argentino. Reimpulso de la industria satelital nacional con el desarrollo, construcción y lanzamiento del RSAT-SG1 (será el primero de la segunda generación de satélites de Arsat). Conectividad satelital de alta calidad para 200 mil hogares rurales.

Por ARSAT-SG1 se brindará conectividad satelital de alta calidad a más de 200.000 hogares rurales de Argentina. Además, unos 10 millones de hogares del país podrán acceder a un servicio de calidad de la TDA.

Red Federal de Fibra Óptica. Construcción e iluminación de 4.408 km de fibra óptica, llegando a un total: 38.808 km en 2023. Actualización de equipos para multiplicar por 10 la capacidad de banda ancha y conectar a 22 millones de personas a las Redes Federales de Fibra Óptica hacia 2023.

Televisión Digital Abierta. Recuperación de las 100 estaciones de transmisión de televisión digital y renovación de equipos de la plataforma, con mejora de la calidad de imagen. Alcance: 10 millones de hogares.

Centro Nacional de Datos. Actualización de equipos de almacenamiento, servidores, redes, backup y software. Ampliación de servicios cloud. Implementación de políticas de contingencia.

Con estas inversiones es posible que hacia 2023/25 la brecha digital se achique y deje de ser uno de los indicadores con los que se miden las asimetrías de un país tan vasto como el nuestro. Así se pondría fin al aislamiento por el que atraviesan, no por elección, muchos argentinos y argentinas que viven en la ruralidad o han sido arrojados por el sistema a la más extrema pobreza.

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