26 febrero 2007

Se vienen los cibermilitantes K ¡¡ Arriba !!




Comparto esta data del blog del compañero www.sebalorenzo.com.ar en donde se detalla el encuentro en el que se puso en marcha una nueva modalidad de militancia, de la mano de las nuevas tecnologías. ¡¡¡ Se vienen los cibermilitantes !!! Para recuperar la mistika


Lanzamos la semana pasada un proyecto en Argentina para bloguear a la militancia kirchnerista. La estrategia de trabajo tiene tres patas fundamentales e imprescindibles:
a) Un método de estudio llamado CalcheBlogs.com que diagramamos junto a mi amiga chilena Claudia Ramos, militante de Chile Primero y activa trabajadora de AtinaChile.cl, el portal de periodismo ciudadano mas importante de Latinoamérica.
b) Un segmento de ONGs como la Fundación Generación Libre, la COPPPAL y Estrella Federal, por destacar las más activas. Ellas son las encargadas de la convocatoria y de la administración de los recursos (logísiticos, económicos, humanos, etc) con los cuales se lleva adelante esta experiencia.
c) Un sector político del progresismo de Argentina denominado Generación K, en el cual milito activamente. Este espacio trabaja principalmente con argentinos de diferentes agrupaciones y sectores menores de 40 años de edad. GK es el nexo entre las otras dos patas y el proyecto de reconstrucción nacional que encabeza el presidente Kirchner.
En una reunión con compañeros de todo el país (asistieron desde tucumanos hasta santacruceños) ha quedado conformado el grupo de tutores para trabajar el CalcheBlogs.com Argentina, ellos serán los actores centrales de una historia que de antemano viene muy pero muy bien barajada. La convocatoria fue muy buena y el encuentro se llevó adelante en el salón del Instituto de Altos Estudios Juan Domingo Perón a metros nada más de la emblemática Plaza de Mayo de Buenos Aires.
Desde el próximo este lunes los tutores comenzarán una capacitación intensiva y a partir del 2 de abril tendrán a cargo al resto de los militantes que están siendo seleccionados en cada una de las provincias de Argentina.
Bien, podemos decir que en nuestro país CalcheBlogs.com arranca con el pie derecho. La segunda prueba de fuego vendrá en unos días en Chile donde Claudia Ramos se está preparando junto a su equipo para seguir blogueando a los políticos de su patria.

22 febrero 2007

Repudio a la condena a un blogger de Egipto por no opinar igual que su gobierno


Acabo de leer la condena a este blogger y por una cuestión de principios de cibermilitante, debemos solidarizarnos y repudiar la condena a Abdelkarim Suleimán, de 22 años, por criticar a su gobierno. ¡¡¡ No a la censura !!! Si algo que se dice públicamente no nos gusta, la respuesta está en comunicar más y mejor, nunca con la opresión. Comparto la foto y la nota que fue publicada en el diario Clarín:


La noticia comenzó a correr como reguero de pólvora en el mundo virtual: Abdelkarim Suleimán, el joven blogger de 22 años acusado en Egipto de "propagar información perjudicial para el orden público, incitar al odio a los musulmanes e insultar al Jefe de Estado" fue condenado, finalmente, a cuatro años de prisión. El mundo blogger, claro, se encargó de difundir los detalles inmediatamente: sólo basta buscar el nombre Kareen (o Karin) Amer en un buscador de blogs para comprobarlo. Si bien la noticia trascendió hoy, el caso no es una novedad para bloggers y asiduos navegantes de la web, que ya se habrán topado anteriormente con la entrada en wikipedia que hace referencia al tema, o con el sitio Free Kareem, una página web que nuclea toda la información referente al caso. Allí aparecen desde fotos de las manifestaciones pidiendo la libertad del blogger hasta las últimas noticias relacionadas con el caso, ordenadas por medio de comunicación. A partir de ahora, nadie podrá negar que los bloggers son una comunidad unida (o que al menos tienen la capacidad de unirse en casos críticos como éste): el blog Rally for kareen Amer! insta a internautas de todo el mundo a manifestarse frente a embajadas o instituciones ligadas a Egipto. (ya se organizaron marchas en Ottawa, Washington DC, Chicago, Paris y próximamente habrá una en Berlín). Aquellos que no quieren levantarse de sus computadoras también cuentan con una forma de ayudar a Kareem, firmando la solicitada online de HAMSA (Hands Acroos the Mideast Support Alliance), una fundación que brega por los derechos humanos de los habitantes de Oriente Medio. "Kareen Amer es de los que piensan que el derecho de compartir su opinión es mucho más fuerte que la prohibición. Aquellos que bloggeamos o producimos contenidos multimedia deberíamos ponernos a pensar cómo usaremos estas tecnologías de aquí en más. Pero, más importante aún, tenemos que pensar que somos parte de una comunidad internacional que crece y que tiene esperanza en que estas herramientas puedan ser aprovechadas con libertad", publicó 901am, un sitio de noticias sobre nuevas tecnologías, cuando se dio a conocer el caso. Pero no sólo aquellos que están relacionados a Internet se detuvieron a pensar en Kareem. Amnistía Internacional ya había hecho eco de este tema a través de la red: dio a conocer la noticia el 1º de febrero y siguió su desenlace bien de cerca. "Parece que las autoridades quieren que el juicio de Kareem Amer sirva de aviso a otros autores de blogs que se atreven a criticar al gobierno o a usar sus blogs para difundir información considerada perjudicial para la reputación de Egipto", aseguró el activista Malcolm Smart en uno de los notificados. "Esto es especialmente preocupante pues los autores vienen publicando cada vez más información sobre abusos contra los derechos humanos en Egipto, incluidas la tortura y la violencia policial contra manifestantes pacíficos", agregó.El joven egipcio ingresó este mediodía a la Sala Cuarta del Tribunal de lo Penal de Muharram Bek, de Alejandría. En apenas 5 minutos, el juez leyó la sentencia que le manda a prisión. Un vez que terminó de leerla, quienes esperaban fuera, compañeros y periodistas, invadieron la sala y algunos no pudieron disimular las lágrimas. La abogada de Kareen, Rawda Ahmad Said, anunció que el sábado próximo presentara una apelación a la condena. Mientras tanto, los bloggers egipcios no ocultan su temor y aseguran que muchos de sus colegas se van echar atrás por miedo a represalias como la tomada contra Kareen.

21 febrero 2007

Generación K: Hacia la construcción de un espacio de cambio.


No hace mucho tiempo, un amigo me preguntó que era eso de Generación K, propuesta política con la que me siento identificado y de la que me siento parte. A modo de respuesta, escribí (estilo discurso) y me salió esto:


Asumiendo que asistimos a un momento histórico para nuestro país, es imprescindible trazar un horizonte ideológico que nos contenga y sirva no sólo para actuar, sino también para saber porqué lo hacemos y hacia dónde vamos.

Qué es la Generación K. Es la cara visible de una etapa que está viendo nacer una fuerza que una gran cantidad de argentinos reclamaba y esperaba, como un instrumento que se constituya en un real instrumento de cambio. Para ello, se deben reconocer algunos principios básicos que son esenciales en esta etapa de consolidación y crecimiento.

Primero. La humildad, que significa que ninguno de los dirigentes del espacio tiene la verdad consagrada o la receta de cómo se construye. Una humildad que signifique la búsqueda de una verdad colectiva construida sin elitismos, ni paternalismos. Sólo así nos constituiremos en lo nuevo y distinto de la política argentina.
El segundo principio, no menos importante, es la tolerancia. Venimos hacia Generación K de historias políticas distintas y esto exige un salto de madurez para escucharnos y respetarnos, para comprendernos y no creer que solamente algunos tienen la verdad definitiva de cómo debe ser este espacio.
El tercer elemento que se debe marcar es la provisoriedad de GK que tiene ambiciones muy fuertes de convertirse en una fuerza nacional. Nadie debe considerarse satisfecho con lo realizado hasta ahora y que apenas alcanza para delinear un perfil propio. Casualmente por ello, es imprescindible que asumamos que el camino será largo, difícil y que no nos podemos exigir, que hay que tener paciencia. En semanas o meses no podremos resolver cuestiones pendientes de un espacio que en Argentina estaba atomizado y fragmentado, pero que nadie puede negar que ya nació y está en marcha.

Con estos tres principios, humildad, tolerancia y ambición de construir con vocación de poder, debemos edificar confianzas, reconstruir solidaridades y enfrentar el desafío para lograr una identidad propia, que está adelante y que el pueblo argentino reclama.

Somos los hijos de una crisis política inédita en nuestro país. Estamos naciendo en medio del pesimismo, el desconcierto y la desconfianza. Y debemos aprovechar esta instancia para dar señales de que estamos siendo lo nuevo. Ya somos. La rueda está en movimiento y debemos dar las señales, dejando de lado los pequeños conflictos. La voluntad de nuestras tradiciones deberá, entonces, estar dirigida a generar un espacio de unidad que esté despojado de las mañas del pasado.

Debemos avanzar en la construcción sin cerrar puertas, al contrario, Generación K debe estar siempre abierta a la incorporación de otras fuerzas. Lo esencial es tener en cuenta algunas ideas, como ser un instrumento efectivo que represente al país saqueado, que fue perdiendo sus espacios de participación democrática. GK debe motorizarse en ese dolor social y no puede detenerse en pequeñeces, porque las urgencias de la sociedad deben obligarnos a ello.

Para ello, hay que ver el país desde todos los ángulos. La gente espera que los nuevos políticos sean la expresión de su voluntad. Y para eso, deben construirse los puentes entre GK y la sociedad. La tarea no es nada fácil. Y por eso, GK no debe cerrarse. Al contrario. Esos puentes deben construirse con humildad, sin dar señales equívocas. Somos el campo popular y no debemos sectorizarnos. Es necesario que la construcción no esté ajena al movimiento social de los distintos ámbitos, como los mundos del trabajo y la cultura.

Debemos aprovechar la crisis del modo tradicional de hacer política. Hay que comprender el tiempo de quienes votaron por el Presidente de la Nación siendo peronistas y quienes no lo son y vieron en Néstor Kirchner la posibilidad de un profundo cambio. Esta coyuntura es clave. Las próximas elecciones serán nuestras si sabemos escuchar a nuestra gente. La urgencia del momento es tomar conciencia de dónde y cómo debemos canalizar nuestros esfuerzos que incluirán, incluso, el cambio de metodologías tradicionales de construcción.

Tenemos que debatir nuestro proyecto en todos los espacios sociales a los que pertenecemos. Es esencial que sintonicemos en los mismos pasos tácticos y estratégicos, en función de la próxima elección. El cambio es posible y se nos está sirviendo en bandeja. Hay que afilar los criterios de construcción. Hay que definir cómo nos paramos frente a una carrera que se nos presenta en inmejorable condiciones. La etapa, además, implicará buscar a los mejores referentes sociales que estén de acuerdo con nosotros, para romper con la antigua burocracia política.

Walsh: Se atrevió a hablar cuando la palabra permanecía ahogada en sangre


Entrevista a su compañera Lilia Ferreyra, en La Habana, el pasado 21 de febrero

(Por Elizabeth Mirabal Llorens y Carlos Velazco Fernández de la UTPBA)


Lilia Ferreyra no es una historiadora. Habla desde la memoria. No ha estudiado a Rodolfo Walsh. Tuvo otro privilegio: vivió a su lado. Conversar con ella es desandar con una guía de lujo los pasos letrados y terrestres de un periodista, un escritor, un militante, un hombre que se atrevió a hablar cuando la palabra permanecía ahogada en sangre, silenciada contra una pared cualquiera en Argentina. Mirar sus ojos claros escondidos tras unas gafas comunes es vibrar, estremecerse, sentir que están de más los grandes sueños cuando puede hacerse algo bueno todos los días, amar la vida y tener la vida para poder amar.
- ¿Por qué Rodolfo pensaba que ser escritor era un oficio violento?
- Esa es una definición que el da en el año 1965. Había regresado de La Habana, donde trabajó dos años en la agencia Prensa Latina. Ya en Argentina, desde fines de 1961, se dedica fundamentalmente a la escritura de su obra literaria de ficción. Él consideraba que era el violento oficio de escribir porque, a su juicio, la literatura era un avance laborioso a través de la propia estupidez. Esa violencia del escritor era también una violencia interna, íntima, para resolver sus propias perplejidades, y por otro lado, desde su concepción, la escritura, sobre todo a partir de sus investigaciones periodísticas, interpelaba a la realidad y podía de algún modo modificarla. Él consideraba el oficio de escritor no un oficio pasivo, sino profundamente revulsivo de la propia persona y de su obra literaria en relación con el mundo exterior.
- Cuando la muerte dejó de ser algo ajeno, ¿se sentía Rodolfo presionado por el tiempo a la hora de la creación?
- No se sentía presionado. Más bien estaba plenamente conciente de que esa posibilidad podía ser próxima. En los últimos tiempos hizo un regreso a la escritura, un regreso a su oficio de escritor tanto en el plano de la ficción como en el plano del testimonio. Si bien la militancia y la clandestinidad hicieron que la literatura se tuviera que correr o que postergar, en los últimos meses él organiza todo lo que había estado escribiendo sin concluirlo como una obra precisa. Tenía varios cuentos en elaboración, relatos autobiográficos y reflexiones sobre su propia relación con la literatura, con la política y con la dimensión afectiva de su existencia.
Muchos consideran que en 1957 -ocho años antes de que apareciera A sangre fría, de Truman Capote-, Rodolfo Walsh llevó a su apogeo al relato testimonial (o no ficcional) con Operación Masacre, investigación periodística que puede leerse como una de las grandes novelas argentinas.
- ¿Qué elementos usted reconoce en esa obra bisagra en la vida de Walsh que confirman tal criterio?
- Esto que comentan está absolutamente reconocido por críticos literarios, lectores, políticos e historiadores en Argentina. Operación Masacre no es un antecedente de A sangre fría, sino que se le anticipa, porque es la investigación en la que no sólo se busca descubrir, revelar o encontrar a los culpables. Es también una manera de concebir la literatura testimonial o de denuncia de modo que los personajes sean el eje central del relato. Es decir, no sólo la denuncia del hecho del crimen, sino quiénes eran los sujetos de esa historia. Por tal razón, ese libro impactó y sigue impactando generación tras generación. Revela un momento de la historia argentina, un crimen político, pero también da a conocer las historias de vida de los militantes peronistas de esa época.
Dijo Walsh: "Mi relación con la literatura se da en dos etapas: de sobrevaloración y mitificación hasta 1967, cuando ya tengo publicados dos libros de cuentos y empezada una novela; de desvalorización y paulatino rechazo a partir de 1968, cuando la tarea política se vuelve una alternativa... La desvalorización de la literatura tenía elementos sumamente positivos: no era posible seguir escribiendo obras altamente refinadas que únicamente podía consumir la intelligentzia burguesa, cuando el país empezaba a sacudirse por todas partes".
- ¿Cree, cómo aseguran algunos, que Rodolfo abandonó la literatura para dedicarse al periodismo, o que más bien, nunca dejó de hacer literatura?
- Nunca dejó de hacer literatura, pero partiendo de una concepción de la misma que abarca también al periodismo, al testimonio, no sólo a la literatura de ficción, sino también a la de no ficción. En ese sentido, su compromiso militante se asentó en su oficio de escritor y periodista porque a partir del año ‘68 el empieza a integrarse a proyectos políticos de liberación de nuestro país con la creación del periódico CGT de los argentinos. La calidad de su escritura hacía que una nota periodística de Rodolfo también tuviera valor literario. La escritura es algo que está en la esencia de Rodolfo como hombre, como militante y como intelectual.
- ¿De qué manera usted era cómplice de su escritura?
- Mi mayor complicidad era mi oído, porque Rodolfo confiaba mucho en mi sentido rítmico de la oración, de la frase, y en la carga emocional. De algún modo, en su escritura, yo cumplía un rol como de armonía o de equilibrio si había un exceso de adjetivación o si al leer una frase quedaba renga desde el punto de vista rítmico. Siempre que Rodolfo leía o escribía algo, me tenía que sentar a escuchar esa pieza. Sobre todo, se dio en la escritura de la Carta a la Junta Militar, la cual fue pulida línea a línea, y también en su último cuento Juan se iba por el río y en otros cuentos perdidos que Rodolfo me leía. Como yo intervenía desde mi oído en su escritura puedo recordar y están en mi memoria algunos párrafos y algún hilo narrativo de esos cuentos que robaron de nuestra casita en San Vicente después de su muerte. García Márquez calificó la Carta de un escritor a la Junta Militar como una obra maestra del periodismo universal.
- ¿Cómo la valora a la luz de estos tiempos?
- La valoro y es reconocida por muchas personas en Argentina y en muchos otros lugares como el testimonio más lúcido y revelador de esa etapa de la historia de nuestro país. Y es el testimonio más lúcido y revelador no sólo por la denuncia de las violaciones de los Derechos Humanos, la denuncia de la magnitud del terror. Rodolfo consideraba que podía resultar contraproducente la denuncia del terror sin la explicación de por qué este se instala. Esa comprensión de por qué se instala el terror es lo que deja de lado que aquellos actos aberrantes fuesen producto de demonios o de gente maligna salida del infierno. No. Eran producto de una concepción política profundamente reaccionaria, antipopular, que intentaba preservar los privilegios de una clase dominante.
Por eso, la Carta no es sólo la denuncia, sino también esa reflexión estratégica para explicar por qué se implementó ese terror. Esto se condensa en el párrafo donde dice que las peores violaciones de los Derechos Humanos “que ustedes han cometido” -porque es una carta que interpela, dirigida a la Junta Militar- no son sin embargo esos crímenes, sino que en la política económica de ese gobierno es donde debe verse la peor violación que es aquella que condena a la miseria planificada a millones de personas. Ese párrafo es la esencia, sintetiza lo que él quería expresar.
Rodolfo puso mucho énfasis en lograr ese tono estratégico en que está escrita la Carta. El documento fue pulido, desde el punto de vista de la escritura, palabra a palabra, párrafo a párrafo. Para encontrar ese tono además, él recitaba en la casita donde vivíamos versos de La Eneida en latín, y de las invectivas latinas como las de Cicerón, de los grandes oradores latinos que construyen el ritmo de su oratoria en base a tres cláusulas. Y en la Carta esas tres cláusulas, esas tres oraciones son cómo lanzar una piedra en el agua: la primera hace un círculo, la segunda amplia ese círculo y la tercera... Le da un ritmo que fortalece la eficacia de la palabra. El final de la Carta también tiene esta estructura: “… sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles”. Esto tiene un ritmo, tiene un énfasis, le da mayor profundidad al sentido de la palabra.
- ¿Qué quería decir exactamente Walsh cuando hablaba de oficios terrestres?
- Los oficios terrestres es el título de su libro de cuentos y también es el título de uno de sus cuentos. Es una reafirmación de Rodolfo como intelectual al valorar todos los oficios terrestres, porque los oficios de los hombres y las mujeres expresan la forma en que viven, la forma en que piensan, las expectativas ante su futuro. Él siempre reivindicó mucho la vida popular, la vida de la gente que no era intelectual.
- ¿Qué podría relatarnos de aquella época en que usted era archivista en el diario argentino La Opinión y coincidió con personalidades como Juan Gelman y Paco Urondo?
- Esa época fue como una primavera dentro un proceso histórico político, porque ese diario surgió cuando en Argentina gobernaba una dictadura militar que ya estaba muy desgastada. Se abrió la posibilidad de que apareciese un periódico que tuviese en su plantel de redactores a compañeros de esa calidad. Sin embargo, Rodolfo nunca quiso entrar a trabajar en La Opinión porque siempre le tuvo desconfianza al director, Jacobo Timerman, que luego fue secuestrado y torturado por la otra dictadura militar.
- En un país en el que existía el delito de opinión, la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) fundada por Walsh, buscaba burlar el cerco informativo. ¿Cómo lo conseguía?
- ANCLA era la agencia de noticias clandestina de una organización de Montoneros. Las fuentes de información eran los periodistas que trabajaban en los medios formales, digamos oficiales (aunque no oficiales del gobierno, sino públicos) y tenían acceso a información que por las condiciones de la censura no podían publicar en sus diarios. Entonces nos la pasaban a nosotros. La procesábamos como despacho de agencia y se distribuía de distintas maneras. El correo fue un gran distribuidor y después se sumaron algunas agencias de noticias extranjeras que no podían publicar en Argentina, pero sí en el exterior. De ahí venía el rebote de esas noticias desde medios públicos de otros países. No obstante, la fuente de información fundamental provenía de compañeros, algunos no encuadrados en la organización, pero que querían colaborar con la tarea de militante que nosotros hacíamos.
- Usted reveló que entre las cosas que quería Rodolfo estaban “la revelación de lo escondido” y “la esperanza insobornable”. ¿Qué otros deseos enumeró su esposo en su diario?
- La furia fría. Esto define también la personalidad de Rodolfo, un hombre muy austero, muy medido, muy sobrio, pero que podía enfurecerse, sentir la indignación moral ante determinadas situaciones de injusticia. Pero esa indignación siempre la canalizaba a través de la reflexión, por eso era la furia fría, es decir, la posibilidad de que la furia no ofuscara la manera de comprender y razonar lo que la motivaba. La furia fría describe la actitud de Rodolfo ante la injusticia.
- ¿Qué recuerdos la asaltaron cuando supo que Martín Grass también había leído los textos inéditos de su esposo?
- Esa fue una noche muy intensa en Madrid. Les contaba que yo era el oído de Rodolfo y tenía ese cuento en mi cabeza, en mi memoria. Cuando me encuentro con Martín Grass, sobreviviente de la época, nos ponemos a hablar. Él había visto el cuerpo de Rodolfo acribillado. Pero también había visto papeles suyos. Entonces yo enseguida le pregunto: “¿Y no te acordás del cuento que era de esto y lo otro?”. Medio no se acordaba. Comienzo a decirle textual el comienzo de ese cuento. “Juan Antonio lo llamó su madre. Duda era su apellido. Su mejor amigo, Ansina, y su mujer, Teresa.” Él se acordó y entre los dos reconstruimos. Fue una sensación muy extraña. Sentí que el último cuento pasado en limpio de Rodolfo tenía sólo dos lectores: él y yo. Aunque también me pregunté si alguno de los mismos represores, alguno de los asesinos de Rodolfo, no lo había leído también. Pero eso nunca lo sabremos.
- ¿A qué le temía Rodolfo Walsh?
- A caer vivo. Él estaba totalmente dispuesto a no caer vivo porque sabía que con él se iban a ensañar y a partir de su compromiso político, comprendía el riesgo de su propia muerte. Siempre pensó en mantener la dignidad hasta el último instante. Si él caía vivo lo iban a despedazar, y antes de que lo humillaran, lo destrozaran... Por eso llevaba esa pistolita de calibre 22 que me había regalado en el año ’74 por mi cumpleaños. Ese cargador tenía una o dos balas, que en caso de no poder escapar de sus captores, estaban destinadas a quitarle la vida para vivir. Pero no era un suicida. No era un suicida.
- De haber tenido la posibilidad, ¿cree que hubiese accedido a exiliarse?
- Sí, lo habíamos pensado, pero él rechazaba esa posibilidad porque creía que podíamos llegar a sortear y perdernos en el interior del país. Se sentía muy comprometido por la situación, y además, en ese momento, todos sus esfuerzos estaban puestos en tratar de salvar a la mayor cantidad de compañeros porque él consideraba que la derrota era irreversible y la política de la Junta Militar, de aniquilamiento. Él cae precisamente por salvar y proteger a una compañera con sus dos hijitos, porque esa cita era para arreglar que ella con sus dos niños viniese a vivir con nosotros. Pero sí, lo pensamos. Me dijo: “Si tenemos que salir del país, nos vamos a La Habana, es nuestra casa, es el justo lugar de la dignidad, porque ahí vamos a poder seguir peleando contra estos yanquis hijos de puta”.
- ¿Cómo podían ustedes ser felices viviendo bajo la constante amenaza de la muerte?
- Porque cuando se comprende por qué existe ese riesgo, ese riesgo empieza a formar parte de la vida cotidiana. Por supuesto, teníamos miedo, pero un miedo distinto al que se siente, por ejemplo, cuando viene un ciclón o vas en un avión y este se viene abajo. Nosotros éramos concientes del riesgo que corríamos y ser concientes significa aceptar el riesgo. Teníamos miedo, pero no estábamos paralizados de terror, y de todas maneras, siempre había un lugar para ser felices. En el cuento de Rodolfo, Un oscuro día de justicia, hay una frase de dos líneas que dice: “La felicidad tan buena mientras dura, como el pan, el vino y el amor”.
- Lilia, ¿y cómo veían la muerte ustedes, sobretodo cuando comenzó a llevarse a los más cercanos?
- Profundísimo dolor. Después de la muerte de nuestro querido amigo Paco Urondo y de la muerte de la hija queridísima que fue para mí una de mis mejores amigas, Vicky, ese intenso dolor sólo podía soportarse profundizando aún más el compromiso político y la responsabilidad de poder encontrar una salida. La muerte era una posibilidad. La comprensión de por qué podía ocurrir era lo que hacía que pudiera incorporarse a la vida cotidiana.
- Dicen que el humor corrosivo de Walsh era producto de una inteligencia implacable y la cobertura pudorosa de un espíritu delicado y sensible. ¿Usted, cuál es la imagen que de él prefiere cuando hace oficio de remembranza?
- Ahí hay dos imágenes: una es el humor corrosivo y la otra, el espíritu delicado y sensible. Pero el humor y el espíritu no estaban escindidos en él. Era delicado para el humor, aunque en determinado momento pudiera ser corrosivo, pero si era corrosivo era porque consideraba que con quien estaba hablando era un imbécil. Siempre me pareció magnífico de él la capacidad de escuchar al otro y si estaba totalmente en desacuerdo con lo que el otro decía, lo discutía, pero si llegaba a convertirse en imbecilidad, se callaba y se iba. Entraba en la polémica cuando la polémica valía la pena, pero si era una discusión de vanidades, de quién tenía razón, no se interesaba por esas cosas. No perdía el tiempo.
- ¿Qué le contaba Rodolfo de aquella etapa de su vida en Cuba, cuando descubrió sus condiciones de criptógrafo?
- García Márquez revela que fue él quien, tras noches de insomnio, descifró que Estados Unidos gestaba una invasión armada a Cuba. Rodolfo era muy austero para hablar de las cosas que él había hecho. Cuando nos conocimos, no fue de forma inmediata que supe que había vivido en La Habana. No se presentaba hablando de él mismo. Él escuchaba al otro. Le interesaba el otro. Y después, si surgía, hablaba de él. Jamás hablaba desde el yo, desde el “yo hice”, “yo dije”, sino que le preguntaba al otro “¿quién sos vos?”, “¿qué tú crees?”, “¿qué pensás?”. Pero de esa época, le había quedado como un fastidio consigo mismo, porque cuando él consigue descifrar las claves de Guatemala, llevado, ahí sí por la vanidad del oficio del periodista, lo publica en una revista de Buenos Aires. Años después me decía que eso había sido un error. Se sentía muy molesto con él mismo porque develarlo era lo más contraproducente desde el punto de vista de una inteligencia militar. Si vos conseguiste interceptar comunicaciones del enemigo y conseguiste cifrarlas, te quedas con esa información, pero no vas diciendo “hicimos esto”, “desciframos esto”, porque obviamente, los otros van a cambiar las claves, van a modificar su sistema de comunicación. Eso a él le había quedado como un gran error.
- ¿Qué recuerdos le trae Cuba, La Habana, un pedazo de mundo tan cercano a Rodolfo?
- Cuando llego a La Habana es como volver a casa. Desde cómo hablan ustedes, desde el caminar por las calles de La Habana, desde ver el Malecón: todo. Hay algo entrañable, profundamente afectivo, que está tan cruzado y que tuvo tanto peso en las decisiones de nuestra vida que cada vez que vengo a La Habana, me emociono. No puedo evitarlo.
- Cuando supo que habían sido detenidos los culpables de la detención y el asesinato de Walsh, ¿qué experimentó?
- La lentitud de los procesos históricos, pero que si se mantiene esa insobornable esperanza que quería Rodolfo, si se mantiene la furia fría, las convicciones para actuar con inteligencia y astucia y esperar que exista el momento propicio desde el punto de vista político en Argentina, puede llegarse a un juicio. Esto fue un largo proceso, a lo largo de todas estas décadas, de intentos por juzgar, pero las relaciones de fuerza, desde el punto de vista político todavía no daban como para ponerlos en el banquillo de los acusados. En este momento, tenemos un gobierno que tomó la lucha histórica de los organismos de Derechos Humanos, de las madres, de la lucha contra la impunidad como una política de estado. Hoy hay un escenario que permite puedan ser juzgados.
- Miguel Bonasso escribe en su libro Diario de un clandestino que el diálogo del sobreviviente será siempre un diálogo de culpa con los compañeros desaparecidos. ¿A usted le sucede lo mismo?
- No. Sucede que Miguel se refiere a los sobrevivientes de los Centros Clandestinos de Detención, no a los sobrevivientes de la etapa histórica. Los sobrevivientes de los centros que te mencionaba, una vez terminada la dictadura, fueron mirados con recelo por compañeros que también habían sobrevivido. El tiempo demostró que tuvieron la resistencia, que la opción entre la vida y la muerte no la tenía el prisionero. Quién vivía o moría era una decisión de los represores. Pero pasó cierto tiempo para que esto se reconociese. Ya está demostrado plenamente que son los testimonios de estos compañeros los que permiten armar las pruebas para juzgar a los responsables de los crímenes de lesa humanidad.
- ¿Qué siente cuando contempla las constelaciones de estrellas?
- He vuelto al Delta argentino, he alquilado una casita con una pareja amiga y a la noche, algunas veces, levanto la cabeza y miro ese cielo bajo el cual estuve con Rodolfo mirando las constelaciones.
- ¿Cómo continúan sus diálogos íntimos con él?
- A veces nos peleamos. Hay un diálogo interno en la memoria, pero yo soy conciente, que desde la responsabilidad como militante que fui en su momento, no puedo quedar clavada en el pasado, que hay un presente y nuestra obligación moral en todo caso es seguir peleando por un futuro de justicia.
- Cuando comparte su memoria para celebrar la vida...
- Como ustedes habrán visto, me emociono, porque la memoria es imágenes, sensaciones, olores, palabras, voces, y cuando yo vuelvo sobre todo esto, aunque hayan pasado treinta años, dentro de mí, vuelvo a sentir la voz de Rodolfo, la risa, el enojo, la escena, y se revive la alegría, pero también se revive el dolor de la pérdida (ANC-UTPBA).

Nota publicada en Rebelión.org

20 febrero 2007

La verdad surge siempre, dolorosa, pero siempre. Ojalá más temprano que tarde


Hace unos días me llegó un correo del Grupo de Investigación sobre el Genocidio en Tucumán, organización responsable de las Primeras Jornadas en Repudio al Operativo Independencia, que fue el puntapié inicial del terrorismo de Estado. Comparto el texto y no quise modificarlo porque fue escrito por compañeros que sufrieron en carne propia las consecuencias de los milicos traidores a la Patria:


En el marco de las Primeras Jornadas y Movilizaciones de Memoria y Repudio al Operativo Independencia, organizadas en Famaillá -Tucumán- el 7, 8, y 9 de febrero por el Grupo de Investigación sobre el Genocidio en Tucumán, se encontraron restos óseos en el primer Centro Clandestino de Detención del país, “Escuelita de Famaillá”, lugar donde se dio cierre a las jornadas mediante una movilización.
La marcha que partió desde la plaza principal hasta el ex Centro Clandestino de Detención “Escuelita de Famaillá”, estuvo convocada por el Grupo de Investigación sobre el Genocidio en Tucumán, H.I.J.O.S. – Tucumán (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio) y la Asociación de Prensa de Tucumán (APT). Contando con la participación de Cecilia Kofman, Madre de Plaza de Mayo, regional Santa Fe.
Durante la marcha, se paró frente a la Comisaría y a la Escuela Lavalle, 2 establecimientos que funcionaron como CCD durante 1975 y que aún no han sido reconocidos oficialmente como tales.
Frente a la Escuelita de Famaillá se realizó un acto en el que hablaron familiares de desaparecidos y sobrevivientes de ese CCD y otros centros de la zona. También habló una representante de H.I.J.O.S. – Tucumán. Finalizando con el recorrido por el ex Centro de Detención “Escuelita de Famaillá”.

HALLAZGO

El 8 de febrero, un día antes de la finalización de las Jornadas, vecinos del lugar nos informan que en las excavaciones que se realizan en la escuela para construir un aula fueron encontrados restos óseos. La zona donde se realizaban los trabajos, coincidía con la línea de investigación sobre fosas comunes, con aportes de vecinos y sobrevivientes, determinando la posibilidad de ese lugar, como sitio en donde se habría enterrado a los compañeros desaparecidos.

El lunes 12 de febrero se hizo la denuncia correspondiente y se entregaron los restos óseos en el Juzgado Federal de San Miguel de Tucumán, al Juez Federal Jorge Parache que investiga la Causa del Operativo Independencia donde se inscribe la “Escuelita de Famaillá”.
Margarita Cruz, sobreviviente de dicho Centro Clandestino de Detención, miembro del Grupo de Investigación sobre el Genocidio en Tucumán, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y el Movimiento Ecuménico por los Derechos del Hombre (MEDH), encabezó la denuncia. Se presentó asimismo una medida de no Innovar para paralizar los obras de la escuela hasta tanto se realicen las pericias correspondientes que determinen el origen de los restos encontrados.

El vecino que con temor se animo a denunciar y entregar esos restos, no esta alejado del común denominador de Tucumán: en Famaillá y la provincia, la gente tiene miedo, efecto y consecuencia de las practicas sociales genocidas que fomentan la impunidad que se vivió y vive en Tucumán.
El mismo 8 de febrero de 2007, el fiscal Ferrer, presentó un pedido para que el Gral. Antonio Domingo Bussi continuara detenido en Arsenales. Dicho pedido fue negado.
La lentitud de la Justicia y la repudiable decisión de la Cámara de Casación le concedió la detención domiciliaría al Asesino y ladrón Gral. Antonio Domingo Bussi, responsable de la V Brigada de Infantería en 1976, en el marco del Operativo Independencia, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención “Escuelita de Famaillá”, irradiando el terror en la población desde 1975 hasta 1976, momento del cierre del mismo como dispositivo concentracionario. Es así como la línea de Impunidad extiende el terror en la actualidad.

Grupo de Investigación sobre el Genocidio en Tucumán
Ilustración
El dibujo (titulado "Desaparecidos") que acompaña estas líneas es del artista Ricardo Carpani, comprometido con las luchas populares. ¿Quién fué?: Ricardo Carpani nace en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Tigre, el 11 de febrero de 1930. Desciende, como tantos otros argentinos, de inmigrantes de la comunidad piamontesa y francesa que arriban al país en la segunda mitad del siglo XIX. Su infancia transcurrió en Capilla del Señor, provincia de Buenos Aires. Para 1936 su familia se trasladó a Buenos Aires, donde terminó sus estudios secundarios en el colegio Rivadavia. Comenzó los estudios de abogacía que, a poco de andar, abandona para partir a París. Con 20 años, en la Ciudad de las Luces, se gana la vida como modelo en la Academia de Artes de la Grande Chaumiere. En París comienza a dibujar y pintar y conoce, entre otros a Kenneth Kemble, Leopoldo Presas y Damián Bayon. En 1952 regresa a Buenos Aires y comienza sus estudios en el taller del maestro Emilio Pettorutti. Según Rafael Squirru, así pasará "un año de formación que lo marcó para el resto de su existencia". En 1957 expone por primera vez en la Asociación Estímulo de Bellas Artes. Realiza murales en la galería Huemul, el de "Mosona con YPF” y diversas muestras. Junto con otros artistas fundan el movimiento "Espartaco". Su inquietud por lo social y su compromiso con las clases populares, se reflejan en una obra donde predominan el tema de los desocupados, de los trabajadores, de los humildes además de un arte que defiende lo nacional. En esta etapa se hallan obras como "Huelga", de 1958; un mural de 1961 para el Sindicato Obreros de la Alimentación que se llama "Trabajo. Solidaridad. Lucha"; "Conciencia", de 1974. Sus figuras son fuertes y sólidas y parecen "recortadas en piedras". En sus composiciones predominan la figura de hombres decididos, firmes. Un tema que desarrollará en esta línea será la ilustración del Martín Fierro, el poema épico por excelencia de la Argentina, un alegato por la causa del gaucho.
En la década del 70 se radica en Madrid, donde lleva a cabo una intensa actividad plástica y recorre Europa, Estados Unidos y Cuba, México y Ecuador. Su artista más admirado, Miguel Ángel, se refleja en su vocación por la forma del cuerpo humano. Un cuerpo con contextura fuerte, musculoso, centro de la imagen. Sus manos trabajadas y sus rostros dialogarán en expresión de potencia. La serie "Amantes" mostrará la conjunción de la pareja humana en abrazos sólidos, sensuales y envolventes.
Con la reinstauración de la democracia en Argentina, Carpani vuelve a su país en 1984. Desarrolla una serie de retratos como los de Julio Cortázar, Rafael Alberto y Roberto Arlt. Comienza una serie de composiciones de la selva porteña donde se unen el arrabal, el tango y los cafés con el abundante paisaje tropical, con su vegetación y fieras salvajes. También desarrolla una serie de obras con el tema del Tango, algunas de las cuales serán parte de paneles del Show Tango Pasión, que recorrerá Europa. Expone, pinta y enseña en Argentina y viaja por el mundo. Muere en Buenos Aires en 1997. Es uno de los más grandes artistas plásticos de Argentina de toda su historia.

16 febrero 2007

El desenchufe en Tafí del Valle


Hola. Después de algunos días vuelvo al ciberespacio. Estuve de vacaciones y se entiende, me olvidé de todo y eso incluyó a la web. Pero ya estoy aquí, de nuevo, al pie del cañón.

Entre los días 5 y 12 de febrero estuve en el Cerro de la Cruz, Tafì del Valle, a 2.000 metros de altura. Esta villa veraniega no tiene nada que envidiarle a los mejores lugares para el descanso que tiene nuestro país. El lugar donde estaba nuestra cabaña era sencillamente, privilegiado. Desde allí se podía divisar casi todo el valle. Cada ventanal era una postal distinta.

Cuando nos levantábamos y tomábamos unos mates, casi ni hablábamos, porque la principal preocupación era quedarnos con cada detalle de esas inmensas montañas. Todo disfrutamos, días de sol, nublados, cielo cargado, con llovizna, todo.

Subí al Valle con toda mi familia, solamente faltó mi hija Aimé que el mes próximo cumple 15 años y está entregada a cada detalle de la fiesta que se viene. Fuimos mi amada mujer Claudia, mis amados hijos Malena (10), Lautaro (11), Paloma (13) y Luciano (19), (estos dos últimos hijos de Claudia) y mi querido sobrino Salustiano (7).

Aprovechamos para conocer en detalle El Mollar, El Pinar de los Ciervos (caminos por ese hermoso bosque) y hasta nos animanos a dejar la ruta para trepar una montaña donde el verde reina durante todo el año, desde donde veíamos a los vehículos como si fueran de juguete.

Las noches fueron también bellas porque estuvimos tan cerca de las estrellas que daban ganas de tomarlas con las manos. Paseamos por las calles del centro de Tafí, los chicos despuntaron su vicio en los juegos de video y nosotros comimos de lo mejorcito. Desde deliciosas empanadas, hasta imperdibles humitas y un chivito para chuparse los dedos. Obviamente, tampoco faltó la tradicional cerveza artesanal (unas cuantas jarritas).

Una de las salidas mas emotivas para mí, fue visitar el Parque de los Menhires. Me conmueve saber que estos monolitos fueron tallados por manos de hombres que habitaron esa región hace más de 2.000 años y son una muestra exquisita de un arte y un compromiso con la tierra que aún no pudimos desentrañar. Cada vez que toqué uno de ellos me transmitieron una energía única. Siempre vuelvo allí.

Dos noches antes del retorno subieron Verónica y Gustavo (padres de Salustiano), Patricia y Willy (amigos míos). Con ellos cenamos en La Guadalupe una hostería buenísima. Tomamos unos cuantos fernets (hasta que lo acabamos) luego un exquisito Gancia para asentarlo. Como antes había tomado dos pastillitas, un protector hepático y otra para el dolor de cabeza, al día siguiente estuve como nuevo. Claro, tampoco faltó tiempo para visitar el último día el bar El Blanquito, donde nos dimos una panzada con las tortas de La Quebradita. Impresionantes. Eso sí, a la noche no cenamos porque no nos entreba nada.

En fin, entre caminatas, buena comida, tiempo para el relajo absoluto y una que otra salida en mi bicicleta querida -la que me llevó a hermosos paisajes- pasamos días inolvidables. Les muestro una foto para que sepan de qué les hablo.

Recomendación: Visiten Tafí del Valle. Está a una hora y media de San Miguel de Tucumán y seguramente querrán volver.


Foto (sacada con celular): El chango de rulos que aparece en primer plano es Luciano, yo estoy de gorra negra haciendo de fisiculturista, detrás mío Claudia. A su lado Paloma y abajo Malena, Salustiano y Lautaro. Al fondo se ve Tafí del Valle

01 febrero 2007

Hacia la Cumbre del Taficillo


Hace unos días hice de guía a un grupo de chicos de Tafí Viejo, de entre 18 y 20 años. Tenían muchas ganas de llegar al Puesto Velárdez que se encuentra a mitad de camino, quizás un poco más, de la senda que lleva hacia la Cumbre del Taficillo (a 1000 metros s.n.m.)
Partimos a las 8.00 de un domingo y llegamos a destino a las 11.30. Fueron tres horas y media de subida, por el monte taficeño (donde está el Parque Sierra de San Javier de ka UNT), en donde pudimos dimensionar la fuerza del agua, luego de la fuerte tormenta de los días 10 y 11 de enero.
El río había cambiado parte de su curso y se ensanchó hacia ambos márgenes. Algo que no se veía en los últimos 10 años.
Por suerte el día estuvo nublado, sino el sol nos hubiera agotado.
Estuvo muy bueno. Me quedé pensando en qué diferente está siendo la relación de las nuevas generaciones con el cerro. La nuestra, sentía al cerro como algo tangible y que estaba al alcance de la mano. Por eso, siempre fue un lugar para pasar un buen rato. Claro, había que caminar un poco, no más de media hora, y estaba garantizada la fiesta en el río.
Hoy los chicos apenas conocen el cerro. Cómo hacer para que ellos se acerquen a la tierra, frente a la seducción inigualable de la tecnología?

En la foto estamos: En primer plano Luciano, El Flaco (de remera Roja), El Tío Raska (musculosa naranja), yo (sentado con el brazo derecho extendido) y otros personas de las que no recuerdo su nombre.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...