Antonio Bussi, otrorá mandamás militar en los años 70 durante la última dictadura militar, tiene los días contados fuera de la carcel. Más allá de que tiene prisión domiciliaria, el 28 de agosto se conocerá el fallo que lo tiene como principal responsable por el secuestro y desaparición del ex senador del PJ tucumano, Guillermo Vargas Aignasse. Antes del juicio su defensa hizo hasta lo indecible para que no tuviera que presentarse ante el Tribunal que lo juzga, hasta incluso casi lo hicieron pasar por incapaz y loco. No pudieron, tuvo que escuchar cada uno de los cargos en su contra. Y lejos de lo que muchos pensábamos, todos los días estuvo presente en las audiencias. Es decir, solo tuvo una "rengera de perro" y hasta pidió la palabra donde mostró sus "lágrimas de cocodrilo".
21 agosto 2008
Cuenta regresiva para el decadente represor
Antonio Bussi, otrorá mandamás militar en los años 70 durante la última dictadura militar, tiene los días contados fuera de la carcel. Más allá de que tiene prisión domiciliaria, el 28 de agosto se conocerá el fallo que lo tiene como principal responsable por el secuestro y desaparición del ex senador del PJ tucumano, Guillermo Vargas Aignasse. Antes del juicio su defensa hizo hasta lo indecible para que no tuviera que presentarse ante el Tribunal que lo juzga, hasta incluso casi lo hicieron pasar por incapaz y loco. No pudieron, tuvo que escuchar cada uno de los cargos en su contra. Y lejos de lo que muchos pensábamos, todos los días estuvo presente en las audiencias. Es decir, solo tuvo una "rengera de perro" y hasta pidió la palabra donde mostró sus "lágrimas de cocodrilo".
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1 comentario:
Hola David: aún me parece ver a mi tío caminando por la vía,frente a mi casa,el día que yo, siendo niño, lo confundí con mi padre. Había estado preso por la dictadura y regresó a casa; gracias a Dios y al afán incansable de su familia y en especial de mi padre (que, cada tanto iba a visitarlo a las cárceles a las cuales lo trasladaban). Al ver la transmisión del juicio no pude evitar que se me hiciera un nudo en la garganta...Pensé en mi tío (que ya no está entre nosotros), en sus sufrimientos y privaciones y en todos los que nunca pudieron hacer el viaje de regreso a su hogar.
Y no lo pensé con un deseo de venganza, sólo con una pequeña sensación de alivio por todos aquellos que murieron por pensar distinto y con satisfacción porque la justicia de los hombres (que es muy necesaria para tener fe en un estado de derecho), se hizo presente...
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