12 diciembre 2006

Olor a podrido en Fray Bentos


Este texto debería ser considerado al momento de analizar el fondo de la cuestión, en el enfrentamiento Argentina-Uruguay por la instalación de las pasteras.

Fue publicado en Página/12 el domingo 10 de diciembre




Algo huele a podrido en Fray Bentos
Por José Pablo Feinmann

Si Hamlet, en su monólogo, se queja de las dilaciones de la Justicia, ¿cómo no ver que en esta cuestión de las pasteras la Justicia no sólo se dilata sino que amenaza con no asomar su rostro? Hamlet, envuelto en las telarañas de crímenes que azotan el reino de Dinamarca, agobiado por las culpas evidentes de culpables impunes, dice su (célebre) frase: “Algo huele a podrido en Dinamarca”. Todos saben que algo huele a podrido en Fray Bentos. Lo saben los intelectuales argentinos que hacen circular una solicitada que pronto publicarán. Suponemos que algo ayudará. Lo suponemos porque algunos de sus puntos de vista son irrefutables. Por ejemplo: “El Uruguay y la Argentina forman parte del Mercosur, el más avanzado proceso de integración alcanzado por nuestra región, destinado a afrontar los desafíos de la globalización y a fortalecer un horizonte de reformas progresistas necesario para cambiar el duro paisaje social que aflige a nuestros países”. El Mercosur está en peligro de extinción con la papelera de Fray Bentos. Pero –no podemos no saber esto– son muchos los enemigos del Mercosur y son muchos los que festejarían su fracaso. Entre ellos, la papelera de Fray Bentos, que es una empresa multinacional. Que, además, recibió apoyo del Banco Mundial, cuyo presidente, Paul Wolfowitz, es un hombre del esquema internacional y bélico de los Estados Unidos (pues el esquema que Estados Unidos tiene, hoy, del “mundo” es un esquema de guerra, de guerra de prevención, es decir, de guerra en estado de latencia permanente). Paul Wolfowitz no tiene ningún interés en que el Mercosur se consolide. Debe estar más que satisfecho presenciando el deterioro de esa entidad que globalizaría a los países de América latina en una política de independencia. Wolfowitz apoya a Botnia porque Botnia, si triunfa, significaría la derrota del Mercosur y el consiguente triunfo del ALCA. Esto también se juega en Fray Bentos. Desde este punto de vista, la “inocencia” de la pastera finlandesa, su defensa de su mero interés “técnico”, se revela en lo que tiene de oculto. Todo huele mal aquí. No sólo las putriciones con que la pastera castigará las narices y los pulmones y la vida en general de la gente que tenga la desdicha de habitar en sus adyacencias. Botnia es la avanzada en la destrucción del Mercosur. No digo que lo haya sido siempre. Pero, en política, los hechos van tomando formas diferenciadas y cada vez más complejas a medida que se desarrollan. Lo que era una simple empresa que se instalaba en un pequeño país sudamericano, hoy (por medio del apoyo del Banco Mundial y, por consiguiente, de los Estados Unidos) se ha transformado en la herramienta más eficaz para demostrar que el Mercosur es imposible. “No es viable”, según se suele decir. Este espectáculo de dos países agarrándose a patadas por una pastera finlandesa, esta imagen de enfrentamiento irresuelto entre Argentina y Uruguay revela que el Mercosur, en manos de “bárbaros latinoamericanos”, es imposible. Estas cosas las tienen que manejar los países líderes de la comunidad internacional. Los pequeños feudos de América latina no tienen aún madurez política para llevar a cabo algo que Europa ya hizo. Así piensan, así razonan, así no lo dirán pero en base a estas convicciones actúan. Como dice el texto (solicitada de intelectuales) a que hago mención: “Hoy está puesta a prueba la voluntad política de ambos gobiernos para evitar que una involución hacia la xenofobia malogre la amistad histórica entre nuestros pueblos y esta perspectiva común”. Una solicitada es una expresión de deseos: algo debiera ser hecho de una manera y no de otra. Es cierto lo que dice el texto en relación con “la voluntad política de ambos gobiernos”. Se trata de que adviertan que aquí está en juego un proyecto de integración y hasta de unidad política de América latina, frustrado una y otra vez desde los orígenes de nuestra historia independiente, contra un proyecto de “libre comercio” que pondrá una vez más la tan meneada “libertad de comercio” a los pies del capital transnacional. Uno ya está hastiado de decir estas cosas y le dicen “marxista” cuando las dice o “populista” y pronto le dirán “terrorista”, pero la cuestión puede explicarse así: con el ALCA los negocios los hará Estados Unidos, aniquilando con el poder de sus capitales “trans” los balbuceos de un mercado latinoamericano que privilegie los negocios entre nuestros países. Con el Mercosur los mejores negocios los haremos nosotros y Estados Unidos no quedará “fuera” de ellos pero no los manejará a su antojo. Cada país que comercie con Estados Unidos (es un simple y, creo, contundente ejemplo que ofrezco) deberá consultar con la comunidad americana: si ese negocio lo puede hacer –en iguales o mejores condiciones– con un país del Mercosur tendrá que hacerlo con éste. Con el ALCA (bajo la mentira que nadie ignora de la “libertad de comercio”) esos negocios se harán siempre con el amo del Norte. El tiburón y los pequeños peces. Si los pequeños peces no se unen el tiburón los devora. Quienes abogan por el ALCA abogan por la hegemonía de Estados Unidos en América latina: hegemonía comercial, económico-financiera y política. ¿Quiénes abogan hoy por el ALCA? La pastera Botnia y el Banco Mundial. Y cualquiera que apoye el triunfo de Botnia en Fray Bentos. Si Botnia triunfa en Fray Bentos el Mercosur se muere y se impone el ALCA. Aquí está el centro del problema. El resto es hojarasca. Esto es lo que huele a podrido en Fray Bentos. Lo que menos se dice. No se trata de una lucha entre Argentina y Uruguay: se trata de una lucha entre el futuro del Mercosur o su derrota a manos del ALCA. Cada país deberá elegir qué hace. Los aspectos secundarios no lo son: somos países de la periferia, del Tercer Mundo (porque aunque el segundo mundo, la Unión Soviética, se haya evaporado, el tercero, nosotros, todavía existe), esa condición nos convierte en el basurero. Nadie duda de que Botnia tiene otros lugares donde instalarse. Nadie duda de que algún lugar tendrá, incluso, en la mismísima Finlandia. Nadie duda, tampoco, de que si viene a Fray Bentos es porque, aquí, en el basurero del mundo, es donde quiere arrojar su pestilencia. Para ello trae mucho dinero y sabe que un país latinoamericano siempre necesita dinero y trabajo para los hambrientos que le crecen como la mala suerte.

Entre tanto, otro peligro (paralelo al que encarna Botnia) nos acecha: Estados Unidos dice que “estaría actuando” una célula de Hezbolá en la Triple Frontera. Es el costo de debilitarse, señores gobernantes de América latina. Sigan sin unirse, sigan arriesgando la consolidación del Mercosur y pronto Estados Unidos encontrará guerrilleros debajo de nuestras azoradas camas, o en el baño de nuestras casas o donde se le antoje. (Ejercicio de política-ficción: ¿por qué no decimos que hemos detectado células de Hezbolá en un pueblito de Arizona y habremos de intervenir porque, sabemos, planean un atentado en nuestro país, como ya hubo otros?)

La mirada crítica es totalizadora. Nada se entiende si no se totaliza. La mirada crítica, la que relaciona los elementos de un conflicto y los une en una síntesis que los totaliza y nos permite entenderlos, diría aquí algo definitivo: entre la pastera de Fray Bentos, que aniquila el Mercosur, y la “súbita” aparición (aún, sólo aún, no confirmada) de militantes de Hezbolá en la Triple Frontera hay una clara unidad. Los dos hechos forman parte de una misma totalización: si América latina se debilita, Estados Unidos puede apretar con su actual política de agresión, la lucha contra el terrorismo. El Banco Mundial del señor Wolfowitz y los poderes multinacionales que lo apoyan saben lo que hacen. Esos poderes confluyen en Estados Unidos, líder en la lucha por el ALCA. Esos poderes apoyarán a Botnia hasta el fin. La lucha sólo podrían emprenderla, unidos, Argentina y Uruguay, con, además, el respaldo de toda América latina. Debiera ser el primer acto político del Mercosur. Su acta de nacimiento: no, por el momento, a Botnia, férreas condiciones para su instalación, una Junta Latinoamericana de Control y, si se dictamina su poder contaminante, que se la lleven a otra parte. Uruguay debiera entender que, a largo plazo, le conviene más consolidar el Mercosur que recibir los dólares de Botnia. Y Argentina, urgentemente, debe hacer partícipe de este debate a todos los países de América latina. O esto lo resuelve una junta de países latinoamericanos o gana Botnia, gana el Banco Mundial, gana el ALCA y, muy pronto, habrá, aunque no las haya, células de Hezbolá en la Triple Frontera. Es el próximo paso.

1 comentario:

Unknown dijo...

LA CAMPAÑA CONTRA EL MERCOSUR EN PARAGUAY
(Por Luis Agüero Wagner- http://luisaguerowagner.zoomblog.com)

ITAIPÚ, SUPUESTA MANZANA DE LA DISCORDIA

Por estas fechas me resulta irresistible emitir un comentario sobre lo elástico que resulta el tema de Itaipú para cierta prensa paraguaya con delirios de poder paralelo, sobre todo ante la insistente campaña de los bushistas trasnochados y partidarios del ALCA que predominan en la prensa paraguaya.
Primero, debo decir que resulta lamentable el espectáculo de ciertos políticos pusilánimes exhibidos cual trofeo del amo de ABC color, el señor Aldo Zuccolillo(ver http://luisaguerowagner.zoomblog.com), cuando se allanan a seguir su línea editorial contra el Mercosur, buscando instrumentar el tema de las hidroeléctricas para crear disturbios en el bloque regional, como si nos faltaran problemas en el país y el subcontinente. Y tanto más notorio el triste papel de títeres al tratarse de medios de comunicación bien conocidos por sus vinculaciones directas e indirectas con intereses imperiales extranjeros a la región, y su anacrónico Maccarthismo que pareciera ignorar que la guerra fría finalizó hace casi dos décadas.
Resulta realmente lamentable ver en ese papel a tribunos con auténtico predicamento político como Miguel Abdón Saguier, o a supuestos izquierdistas como Ricardo Canese.
Como no constituye sorpresa, acompaña a Zucolillo el ex animador de los cumpleaños de Stroessner Humberto Rubìn, que en 1987 cerrò de motu propio su radio para no pagar sueldos a sus empleados con los 341.000 dòlares que la Nacional Endowment for Democracy le facilitò para el efecto.
En segundo lugar, debería discernirse que ni los gobiernos de Brasil o Argentina son responsables del inmediatismo de algunos líderes políticos paraguayos, por demás carentes de legitimidad e invalidados como interlocutores desde un principio, cuando estos posponen renegociaciones a cambio del metal envilecedor imprescindible para comprar conciencias durante sus campañas políticas. Quienes no tenemos una memoria dependiente de las dádivas de la publicidad oficial, ni tenemos motivos para defender a actores de reparto que se dedican a seguir la línea editorial de la patria periodística para aparecer en sus espacios, todavía tenemos fresco el recuerdo del viaje del senador Carlitos Filizzola Pallarés a Brasilia en diciembre de 2005, supuestamente para hablar de la renegociación de Itaipú, pero en la vida real para claudicar ante Lula, y traer a su jefe Nicanor 20 millones de dólares para financiar su campaña en la interna colorada de febrero de 2006.
En tercer lugar, que no tienen autoridad moral para censurar el entreguismo de ningún gobierno quienes albergan en sus filas a notorios voceros de coacciones externas desnacionalizantes pagadas por embajadas extranjeras.

Sin negar que cualquier tratado internacional es pasible de exhibir defectos de forma y contenido, difícilmente pueda aceptarse el papel de censor de una prensa fabuladora, sin autoridad moral ni compromiso con la verdad, que jamás ha pretendido ocultar sus tendencias socialdarwinistas y ultraderechistas al enfocar temas económicos y políticos, su hipocresía a la hora de condenar una dictadura que alabó por décadas, ni tampoco su ocasional visión legionarista y anti-nacional de la historia paraguaya en el enfoque de sus momentos culminantes. Aunque lleve décadas disfrazando de nacionalismo sus incontenibles afanes de convertir Itaipú en la manzana de la discordia del Mercosur, al tiempo de erigirse en abogada de expoliadores intereses extranjeros -eventualmente brasileños- que operan en el país prometiendo redimirlo, presentándose fraudulentamente como voceros de los intereses generales de la sociedad.

Ya dijimos que los políticos necesitan de la prensa para hacer conocer al público que están constantemente defendiendo causas nobles, aunque sean muy magros los resultados de su accionar, sobre todo porque la cobertura periodística no abarca todos los azimuts del espacio, y las buenas intenciones pareciera que no existen si no están los fotógrafos. Este hecho invariablemente se repite en el caso que nos ocupa.

Bien haría el señor Zuccolillo en historiar el tratado de Itaipú sin omitir a sus íntimos que participaron de las mieles del negocio, ni tampoco olvidar que el tan cuestionado acuerdo pudo firmarse gracias a la legitimidad que dieron a Stroessner sus grandes amigos y asesores (?) en temas políticos como los hermanos Levi Rufinelli.

Del mismo modo que sería deseable que nuestros negociadores en temas como Itaipú exhiban mayor patriotismo y sean intransigentes a la hora de defender los intereses nacionales, algo que no está en discusión, tampoco estaría demás que ciertos políticos y parlamentarios de la oposición demuestran una mayor autonomía de pensamiento y originalidad a la hora de elegir sus reivindicaciones, que cada vez aparentan más ser campañas auspiciadas por ciertos diarios. Para colmo, justo los que están habituados a las más bochornosas campañas contra la verdad.
Para tener una idea màs acabada de quiènes son estos personajes que mantienen oprimida la superestructura en Paraguay, transcribo en artìculo siguiente de Nemesio Barreto Monzòn:


Cuando la CIA inició sus compras en Paraguay
Nemesio Barreto Monzón
barreto@rieder.net.py
El autoritario Dr. Carl Gershman, presidente de la NED, había venido “de compras a Paraguay”, pero no compró artesanía paraguaya sino otros “objetos de dudoso valor”.
En una carta de marzo de 1989 (1) el entonces embajador norteamericano en Asunción, Timothy Towell (2) reconoció que numerosas instituciones paraguayas habían recibido dinero de la National Endowment for Democracy (NED). Esta organización, “Fomento de la Democracia”, tenía desde 1985 una oficina en Montevideo, Uruguay. El embajador Timothy Towell mencionaba en su carta a los que recibieron dinero, entre ellos a “dirigentes laborales, medios de prensa, académicos”, etc. En cuanto “a los proyectos que están siendo considerados para asistencia futura -decía Towell- una lista definitiva y una distribución de los fondos aun se encuentran bajo estudio”. El embajador hacía también referencia a “los objetivos de la visita del Dr. Carl Gershman” a Paraguay. El “ilustre visitante”, el Dr. Gershman (3), presidente de la NED, había venido “de compras a Paraguay”, pero no compró artesanía paraguaya sino otros “objetos de dudoso valor”.

Un año antes de la clausura del diario “Abc-color” empezaron los rumores de que “una moderada suma de dinero” del gobierno norteamericano había ingresado a Paraguay con el objetivo de promover un cambio ajustado a los intereses norteamericanos. Era la época de los embajadores Arthur H. Davis (Jr.) y de Clyde Taylor. Este rumor, aunque solo en parte, no se confirmaría sino mucho tiempo después por la propia embajada de los Estados Unidos de América en Asunción. El generoso hombre de la billetera norteamericana no era otro que el señor Agustín Torres Lazo. Por entonces, y desde 1979, funcionaba en Asunción el “Instituto Americano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre” (IADSL), que tenía su oficina en la calle Montevideo N° 822 (Archivo del Terror, Microfilm 00189F-0031). El Director del “Instituto” era Agustín Torres Lazo, un hombre vinculado a los americanos y a sus órganos de inteligencia. Fue suya la “genial” idea de incluir también a los patrones en el Sindicato de Periodistas del Paraguay.

Agustín Torres Lazo –ex diplomático nicaragüense nacionalizado norteamericano- consiguió en 1979 que el Departamento de Estado invitara por primera vez al ex policía Alcibíades González Delvalle. Así nació una fructífera relación entre el agente de los norteamericanos y el ex policía Alcibíades González Delvalle. Siempre en el rubro sindical, Torres Lazo también trabó amistad con Víctor Báez Mosqueira, quien al poco tiempo se convirtió en hombre de confianza de la embajada norteamericana en Paraguay (Archivos del Terror. Microfilm N° 00045F 2336). Báez Mosqueira fundó después el Movimiento Intersindical de Trabajadores (MIT), hoy es Secretario de la “Confederación Internacional de Organizaciones y Sindicatos Libres” (CIOSL). Más adelante aparecerían en escena otros dos hombres de muy diverso valor en metálico: Humberto Rubín y Aldo Zoccolillo, propietarios de Radio Nandutí y del diario “Abc-color” respectivamente. Rubín y Zuccolillo fueron invitados en noviembre de 1986 por George Bush, entonces Vicepresidente de los Estados Unidos de América (Archivo del Terror. Microfilm N° 00020F 0743).

El Informe de la National Endowment for Democracy (NED) 1987-1989

En 1987 Radio Ñandutí recibió de la NED 121.880 dólares “para la conducción de formas de orientación democrática con énfasis en la activa participación de la audiencia en su auditorio de 300 sillas”. Otros 92.400 dólares recibió de la NED para aguantar “las presiones gubernamentales”. Poco después recibió 86.900 dólares “para la compra de un nuevo transmisor”. A esto debe sumarse otros 41.000 dólares “para la publicación de libros”. En cifras redondas, Humberto Rubín recibió 342.000 de la NED. En cuanto al señor de la CIOSL, Víctor Báez Mosqueira, entonces líder del Movimiento Intersindical de Trabajadores, recibió de la NED 92.688 dólares “para fortalecer la libertad de los sindicatos”. Resumiendo, los clientes de la NED en Paraguay recibieron en conjunto 1.074.584 dólares entre 1987 y 1989. En un próximo artículo se dará a conocer la lista completa de los viejos y nuevos clientes de la NED, IAF, FREEDOM HOUSE, etc.

NOTAS:

1) Carta de Timothy Towell, del 13 de marzo de 1989, dirigida a Joaquín Burgos y Carlos Ferreira Ybarra. Fotocopia autenticada en poder del autor.

2) Timothy Lathrop Towell fue embajador desde el 26 de septiembre de 1988 hasta el 27 de abril de 1991. “Un acicalado individuo de unos sesenta años, elegantemente vestido (blazer azul, camisa blanca y corbata a rayas diagonales) se alzó entre el círculo de mesas. Era Timothy Towell, el jubilado y antiguo, pero omnipresente, embajador de EE.UU. en Paraguay. Luego de hablar de la manera de contrarrestar la amenaza de Chávez, alardeó: "He trabajado con John Maisto durante años, desde que estuvimos juntos en Cochabamba, Bolivia en 1967, cuando nos libramos de Che Guevara. Si eliminamos una amenaza, podemos librarnos de otras”. Fuente: La Fogata - Internacional. El Maestro Maisto (que va a estar en Mar del Plata) y la muerte de Che. Juan Bolipaine Rebelión Traducido para Rebelión por Germán Leyens. http://www.lafogata.org/05inter/inter11/in_4-2.htm - 13k -

3) Carl Gershman. Director del Fondo Nacional por la Democracia (NED). Que el señor Gershman no es ningún demócrata quedó en evidencia en agosto de 2005 en Estocolmo, Suecia, cuando a Eva Golinger, autora del libro El Código Chávez, (The Chavez Code: Cracking U.S. Intervention in Venezuela), Carl Gershman no le permitió participar en un panel. Joshua Mata, testigo presencial, señala cuanto sigue: “La confrontación entre Estados Unidos y Venezuela pasó a primer plano en el Encuentro de Fundaciones que Promueven la Democracia realizado en Estocolmo entre el 28 y 30 de agosto de 2005. En lo que muchos han considerado un despliegue escandaloso de unilateralidad y arrogancia, Carl Geshman, prohibió la presencia de la abogada estadounidense-venezolana Eva Gollinger en el panel”. Fuente: “La confrontación entre Estados Unidos y Venezuela”. http://www.focusweb.org/confrontaci-n-entre-estados-unidos-y-venezuela-tensiona-reuni-n-sobre-democ.html?Itemid=94 - 89k - Véase, asimismo, el diario sueco “Aftonbladet”: “Hon får inte delta” (“Ella no puede participar”). Artículo firmado por el periodista sueco Björn Kumm. Estocolmo, Suecia, 30 de agosto de 2005

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