Bajé el navegador Chrome de Google y la primera impresión fue la desorientación. Esta estructura minimalista posiblemente sea funcional pero algunas tareas se me hicieron difíciles, como la impresión de documentos o las búsquedas con otros motores que no sea el de Google, coincidiendo conun artículo del diario El País.
Por otro lado, la revista especializada PC World planteó una de las cuestiones más de fondo para Google: el control que puede llegar a tener sobre los datos del usuario para su uso publicitario. Antes sólo sabía lo que buscaban los usuarios, ahora sabrá dónde vas desde que abres su navegador hasta que lo cierras. Estas dudas ya las anticipó David de Ugarte en una nota a la Revista XXIII.
Sobre este asunto, que preocupa y mucho en la blogosfera, hablan también algunos expertos en España. Es el caso de Javier Muñoz quien en su blog asegura que una cosa es quedarse los derechos de aquello que se publica en los diversos servicios de Google, pero que Chrome "es un navegador, la ventana por la que se asoma uno a la Internet entera; es decir, estamos hablando de todos mis contenidos (fotos en Flickr, vídeos en Blip.tv, correos electrónicos en Yahoo!, etc.)". La cosa no queda ahí. Tal y como se preguntan en The Register, ¿se quedará Google con los derechos de los documentos que un empleado suba a la intranet de una empresa a través de Chrome? ¿Qué pasa si Google los adapta, modifica y redistribuye?".
Por eso, al menos por ahora, me quedo con el Firefox, que gana por 1 a 0.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario