El título del post es el nombre de esta poesía del poeta de Brasil Ferreira Gullar. La leí en una nota de Reynaldo Sietecase que publicó en el diario Crítica. Me emocionaron la sencillez y la fuerza de estas letras.
La poesía cuando llega
no respeta nada.
Ni padre ni madre.
Cuando llega
de cualquiera de sus abismos
desconoce el Estado y la Sociedad Civil
infringe el Código de Aguas
relincha
como puta
nueva
frente al Palacio de la Alvorada.
Y sólo después
reconsidera: besa
en los ojos de los que ganan mal
acuna en brazos
a los que tienen sed de felicidad
y de justicia.
Y promete incendiar el país.
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