Rompiendo la semana al borde del "finde"

Martes, 15.30, pintaba una tarde como las de cualquier día de semana. Después del trabajo, más trabajo y luego salida a correr o gimnasio. Sin sobresaltos. Una llamada rompió con la monotonía, era una invitación para ver al team de ligas mayores que integran Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale. Un laboratorio de medicamentos, Roemmers, había organizado su presentación en Tucumán pero sólo para invitados, ergo,
había que tener tarjeta y una de ellas cayó en mis manos.

22.15, en el club Villa Luján. Una cuadra antes de llegar un estrepitoso aplauso anunciaba que ya había comenzado. Entrar, buscar lugar, y a disfrutar. "Naranjo en flor", "Dios y el diablo en el taller", "Historia de Mate Cosido", "Un gigante de ojos azules", "No olvides que una vez tu fuiste sol", "El témpano", "Piedra y camino". La batería de canciones me fue ganando, mientras trataba de ajustar el pulso para hacer algunas fotos que justicaran haber llevado la cámara.

Nostalgia, emoción, alegría. Una hora y media de recital. Valió la pena. Inmensos, después de 10 años volvieron a juntarse y lo hicieron de nuevo. Taquito, caño y rabona, tres pases mágicos de quienes aún con algunos años más, no han perdido la magia. Al contrario, la siguen compartiendo. "La levadura leudó, hizo lo suyo", diría Baglietto. Un buen trago para llegar al fin de semana con pilas.