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27 noviembre 2021

Mono Izarrualde en Tafí Viejo, a flor de piel

Todos los monos, El Mono, ese que canta, el de la flauta traversa extensión de su cuerpo, el que abre su boca inmensa y ríe como si fuera a tragarse la vida después de cada tema. Ese, Rubén Izarrualde, de ese "Mono" hablo. El mismo que fue atravesado por un dolor en su cuerpo hace unos meses, que se sobrepuso y renació como el "Mono Fénix" y otra vez anda de escenario en escenario cumpliendo a rajatabla el legado heredado de los pueblos originarios, pues el mono para ellos era el dios de la fertilidad. Y así llegó un día a Tafí Viejo, para fertilizarnos el espíritu con sus monerías en forma de notas musicales.

A las 22.30, de este sábado 23 de noviembre, ingresó al escenario de la Casa de Cultura (del Bicentenario) el músico Kike Yance. Antes de una simple y profunda presentación, recordó que su primer cruce con el protagonista de la noche fue a principios del regreso de la democracia, en un recital de Piero con Prema en Tucumán. "Me dio vueltas la cabeza escucharlo, después la vida nos volvió a unir". Y ahí nomás, invitó al Mono. Aplausos.

Con Yance en teclados, eligió un tema de Astor Piazzolla para arrancar. Cuanta tranquila y placentera belleza. Siguió con "Zamba del laurel", de Leguizamón y Castilla, suspiramos y todos cantamos para adentro "Si lo verde tuviera otro nombre, debería llamarse rocío / si pudiera volver, desde el agua al laurel / volvería a la infancia del río...". Qué lo parió. Mazazo de norteñidad al palo.

En nada, invitó a los músicos Eduardo Issa Osman, percusión y batería, y Francisco Santamarina, guitarra. Y así le entró a "Zamba del Tomero", del taficeño Osvaldo Costello. Y de nuevo, entre todos y para adentro "A don Delfín Chavarría, que repecha monte adentro / como una arena verdosa, se le desmorona el sueño / y él ni cuenta se está dando, que ya lo ha tragado el cerro...". Una caricia al alma, un mimo tras tanto dolor y desasosiego a los que nos arrojó la pandemia. 

Flauta tuba, flauta saxo, flauta trombón. Esto y más es lo que provoca el Mono con su traversa, porque es eso, un provocador desde que dio sus primeros acordes con la música cuando arrancó con el tango, en los años 60. Cuesta comprender con racionalidad (que conviene dejar de lado por un rato) cómo es posible que ese cuerpo sea capaz de generar tantos sonidos con un instrumento y estirar las melodías como si tuviera tres pulmones. 

El Mono calla, intenta explicarnos con su grave voz qué vendrá ahora pero se quiebra y le cede a Quique la palabra. Y nos cuenta que escucharemos una canción de Gerardo Núñez (creador junto a su hermano Pepe de la popular Chacarera del 55) que integra un disco instrumental con  músicos invitados que saldrá pronto. Ese disco nació de un sueño de Núñez al que ayudó a concretar. Mientras elegían los temas, ambos coincidieron en que Izarrualde debía estar pero temía el poeta que no le interesara. No se conocían. Viajaron a Buenos Aires, se produjo el encuentro, que siguió en bares, largas charlas hasta el amanecer y la grabación posterior.

Así llegamos a "Tristeza", también de Gerardo, y de nuevo el ritual interno mientras la flauta recorría los versos "No me reclame niño si lo abandono / le peleo a la vida por usted tesoro / no me reclame niño si me demoro. / ¡Ay, qué camino tan desparejo / la angustia cerca y mi niño lejos! / Hay, qué camino tan desparejo / la angustia cerca y mi niño lejos!...". Un final con dos segundos de silencio y explosión de aplausos, con algunos de pie. Entre los que asistimos al encuentro había varios de la ciudad de Monteros, cuna de la estirpe musical de los Sosa, sí, de la gran Mercedes, Claudio y Coqui. El recital tendió un puente de pentagramas entre ambos pueblos durante la noche. 

Entraron al escenario entonces la cantante Mariela Narchi, el bajista Marcos Rodríguez Corvalán y escuchamos "Vidala para mi sombra", del compositor salteño Julio Espinoza. Una versión exquisita que llegó hasta los huesos, con una cantante que atraviesa por oficio y madurez, quizás uno de sus mejores momentos. Flauta y voz, qué juntada. "A veces sigo a mi sombra / a veces viene detrás / pobrecita si me muero / con quién va andar..."

Después, el Mono dio un volantazo y volvió a sus raíces. Dejó la flauta y cantó el tangazo "Gricel", de Mores y Contursi. Puro silencio para disfrutar de su grave y profunda voz. "No debí pensar jamás / en lograr tu corazón / y sin embargo te busqué / hasta que un día te encontré / y con mis besos te aturdí / sin importarme que eras buena... / Tu ilusión fue de cristal, se rompió cuando partí / pues nunca, nunca más volví… / ¡Qué amarga fue tu pena!...".

Mono con Lito Vitale y Lucho González, Mono con Chango Farías Gómez; Mono con Peteco Carabajal, Jacinto Piedra y Verónica Condomí; Mono con Piazzolla, Mono con muchos más. Todo eso habíamos disfrutado a esa altura del encuentro; al fin y al cabo el recital se llamaba "Mono & Quique. Reencuentro 2". Rubén transformó el espacio en una sala de ensayo general, por el gusto de la cercanía. Tanta, que después de cada tema el cierre era festejado como un gol y a veces, en algunas canciones, se daba vueltas, abría sus brazos y se transformaba en director de orquesta. Cuando alguno de los músicos hacía un pase mágico, lo miraba, se acercaba, abría su boca y reía a puro dientes. A esa altura ya se había sumado en guitarra eléctrica el monterizo Raúl Villagra

Llegaron entonces las interpretaciones de un tema de Libertango, de Piazzolla; el vals peruano Amarraditos; la zamba "Milagrero de mis sueños", de Quique y Narchi; la cueca "El cumpita", de Gerardo Núñez; la inmensa y potente "Chacarera de un triste"; y para cerrar otra chacarera, de 1959, las tradicionalísima "Del 55", de los hermanos Núñez. En algunos momentos se sumaron los bailarines taficeños Lihuel Córdoba y Alejo Burgos que estuvieron geniales, en el punto justo, sin excesos. 

Insistimos con una canción más. Quique, entonces, anunció "Sólo se trata de vivir", de Lito Nebbia. La cantamos entre todos y fue fiesta. 00.20, hora de irse a casa, para algunos, porque un recital del Mono Izarrualde es mucho más que notas y pentagramas en orden para disfrutar con el oído y dan ganas de seguir. Es corporalidad que invita a gozar con los ojos, con las piernas, los brazos, las manos, el estómago, el pecho y sobre todo, con el corazón a flor de piel. Con 68 años recién cumplidos el Día de la Tradición, hay Mono para rato.


PD: gracias a Moñi López, por lo que él ya sabe; y al equipo de la Casa de Cultura, en sus cabezas visibles Carola Serrano y Franco Macchioni, por el esfuerzo para que todo saliera hermoso.




21 mayo 2021

Periodismo y mundo coronavirus, informar en situación de peste

"Hay que endurecerse pero sin perder jamás la ternura", dicen que dijo Ernesto Che Guevara alguna vez y la frase se transformó en remeras y flyers que recorren las redes sociales. Estas nueve palabras bien pueden aplicarse al oficio de periodista, por eso de dejar de naturalizarlo todo, de impostar neutralidad porque así nos enseñaron a ejercer lo que elegimos para nuestras vidas. Como si alguien pudiera inventarse una escafandra contra las tristezas, los enojos, malestares y las alegrías. Va, estas últimas sí son políticamente correctas de mostrar en público.

Por más que con porfía se pretenda mantener cierta distancia con los hechos sobre los que investigamos, leemos e informamos, algunas veces las emociones desbordarán por los ojos, las manos, la voz o por donde sea, porque el cuerpo y el espíritu avisan y tienen las más extrañas y sorpresivas formas de hacerse presente. 

Desde el 1 de febrero de este año estoy en LV12 de Tucumán, que transmite en AM y FM, y es la radio que más se escucha en la provincia y en la región. Todos los días me sorprenden los orígenes de algunos mensajes. El programa "La Mañana de la 12" va de lunes a viernes, de 9 a 13, prime time puro y duro. Al palo. Y a mí me toca el espacio de la información pura y dura, más la mayor parte de las entrevistas, además de intentar amenizar con algo de simpatía (ojalá lo haya logrado).

Hasta este 21 de mayo llevo 79 días en el aire, algo así como 316 horas e igual número de entrevistas. Arranqué un lunes cuando en Tucumán hubo 100 casos de covid 19 y dos fallecidos. Poco, dirán las estadísticas, pese a estar en medio de la peste más grande de los últimos años. Además de haber vivido casi de niño el horror de la última dictadura cívico militar, luego la Guerra de Malvinas, el retorno de la democracia a nuestro país, las consecuencias de las políticas de Alfonsín, Menem, Bussi electo en Tucumán, De la Rúa, Rodríguez Saá, Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández, también podré contarle a mis nietos y nietas que sobrevivimos a una peste (ojalá).

Desde ese primer programa el 80% de las entrevistas -cuatro por día, en promedio- fueron a médicos, especialistas, investigadores, científicos, políticos/as y referentes sociales internacionales, nacionales y locales por un tema excluyente: la pandemia. A este tiempo de aire le debo sumar las horas previas de lectura de artículos y noticias y la actualización en tiempo real durante gran parte del día sobre la situación del coronavirus en el mundo, en Tucumán y hasta en Tafí Viejo, mi ciudad, mi lugar en el mundo. Es decir, construí a mi alrededor una burbuja Covid 19.

Este 21 de mayo las cifras de contagios y muertes son espantosas.  En Argentina, 35.468 contagios y 695 muertos; mientras que en Tucumán hubo 17 muertes y 1109 nuevos contagios. Mal, muy mal, a horas del inicio del endurecimiento de medidas de restricción de movilidad porque como se demostró a nivel mundial, más allá de la vacunación y de los testeos, es crucial la inmovilidad social para ralentizar el avance de la pandemia para que no colapse el sistema de salud.

¿Y en el medio? En el medio nuestros muertos. Y digo "nuestros" porque a diferencia del año pasado, los nombres de fallecidos son cada vez más cercanos a nuestras historias personales y promedian los 50 años. Un familiar, un amigo, vecino o conocido de toda la vida, de esos que saludabas con simpatía porque te cruzabas en cumpleaños de 15, en boliches, en algún partido de fútbol entre barrios o de compartir el ómnibus, por eso de vivir en una misma ciudad. 

Con ellos y ellas, con los que se van, a mazazos limpios los recuerdos nos desbordan, rodean, aprietan con fuerza en el medio del pecho y después mutan en un vacío. Tengo mis propios nombres para llorar. Juan Carlos, Santiago, Claudia y Mariela, entre otros. En las estadísticas son un  número, un pedacito pequeñito de una rayita que sube y sube. Imposible que esos datos nos hablen de sus carcajadas, sus miradas, de sus voces, sus familias y de quienes los amaron.     

Hace unos días entré en un cuadro de angina, me medicaron e hice reposo. Quizás fue un modo, una señal que me indicaba bajar un cambio. Además me hisoparon para salir de la duda, por eso de descartar que se tratara de un cuadro de coronavirus. Entre los síntomas reales y esa burbuja Covid 19 en la que habito, las horas hasta saber el resultado del testeo fueron de una tensión inesperada. Fue "no detectable" y todo volvió a la "normalidad", como si vivir en situación de peste fuera normal. 

El cuerpo que habito, el espíritu que heredé y forjaron mis antiguos me obligan a pararme del lado de la humanización de las noticias, a mirar detrás del número y de la cifra para encontrarme con las historias. Porque periodista, siempre e inexplicablemente. Como dijo alguna vez el gran Gabriel García Márquez sobre el periodismo: "Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente".


Foto: Diario El País, de España

20 julio 2019

Topo Encinar, "Aquí en la piel", un disco con amor y compromiso, para disfrutar


Tucumán, 19 de julio de 2019, Centro Cultural Eugenio Flavio Virla de la UNT, Julio Cultural Universitario. Típica noche de invierno tucumano, no hace frío y la luna se pasea oronda por el cielo pura estrellas. Diez, veinte, treinta, cuarenta y de a poco somos más los que esperamos que se abran

11 octubre 2018

El llanto de Mario, el obrero del ingenio azucarero



Mario hizo un silencio, su voz se quebró y lloró. No pudo parar. Hablaba y apenas se le entendían las palabras, cruzadas por sollozos y pedidos de disculpas. Es fuerte escuchar el llanto de un obrero de la actividad azucarera que lo único que hizo durante 39 años fue entregar su cuerpo a esa dura labor.

Mis primeros pasos en este oficio del periodismo fueron en radios FM y hoy continúo en ella. Quienes estamos varias horas al día frente al micrófono desarrollamos un fino oído para identificar

06 octubre 2018

Rubén Goldin, trova, encuentro y amor


 5 de octubre de 2018, 22.30, Casa de la Cultura de Tafí Viejo. Sala llena, se encienden las luces del escenario y en un abrir y cerrar de ojos se sienta y acomoda en medio de dos guitarras Rubén Goldin. De espíritu indómito, músico, compositor, docente, arreglador y cantante, este rosarino forma parte de una camada de artistas comprometidos con su tiempo que fueron conocidos como "la Trova Rosarina".

Junto a Lalo de los Santos, Jorge Fandermole y Adrián Abonizio grabaron el disco "Rosarinos", una suerte de "buque insignia" para quien quiera saber de qué se trata la trova de Rosario, Santa Fe. A

06 diciembre 2017

El tiempo, el reloj y mi viejo


Abro un cajón de mi mesa de luz y encuentro el reloj de mi viejo, Julio, el que llevaba el día que un infarto lo sorprendió en la calle y se desvaneció, tenía 56 años. Una ambulancia lo recogió y lo llevó a un hospital. Me contaron que entró sentado en la camilla, desesperado, acusaba un dolor inmenso

01 noviembre 2017

Juan Falú, guitarrista, compositor, hermano taficeño


Miré el reloj y marcaba las 20.43, del 30 de octubre de 2017. Hacía calor en Tafí Viejo y elegí esperar en la vereda el inicio del acto en la Casa de la Cultura Municipal de mi ciudad que cumplió 30 años. Éramos muchos. La razón, el invitado de lujo fue Juan Falú, ese exquisito músico tucumano que se mueve por el mundo como si no se hubiera enterado que las nuevas generaciones de artistas lo admiran por partida doble: por sus creaciones y por la consecuencia entre decir y hacer.

20.47. El murmullo de las charlas comenzó a apagarse y apuré el paso para entrar. Me acomodé atrás de la sala y todo quedó en penumbras hasta que sobre el fondo del escenario se proyectó una imagen de Falú e ingresó desde los camarines la figura de un flaco, casi como pidiendo permiso. Aún sin

09 septiembre 2017

De pie señor@s, el Festival del Limón goza de buena salud con las voces locales


Un festival de folclore en un estadio de fútbol es una invitación a pasar un buen momento con la actuación de los grupos o solistas taquilleros, esos que garantizan una importante venta de entradas. Sólo de vez en cuando hay tiempo para los homenajes a los personajes del pueblo, a algún poeta o músico destacado.

La norma es que esto ocurra afuera del horario central, que se encargue a último momento una placa o un diploma y que se busque a alguien para que interprete algo en honor al homenajeado. Esta

25 julio 2017

Gustavo Patiño, el mensajero de los sonidos de la Quebrada de Humahuaca



Es casi imposible identificarlo con el nombre de un instrumento. Es siku, es flauta, violín, guitarra, erke, okarina, caja y bombo. Tinkus, bailecitos, huaynos, sayas, carnavalitos, zambas y charareras sí alcanzan para describirlo como un músico atravesado por los sonidos de la Quebrada de Humahuaca, ese maravilloso lugar que eligió para vivir, o quizás fue al revés. Así es Gustavo Patiño.

Este sábado 22 de julio se presentó en mi ciudad. La calles de Tafí Viejo no le son desconocidas porque las recorrió a principios de los años 90 cuando grabó un disco en el que incluyó por primera

26 marzo 2017

El Topo Encinar, músico, taficeño y necesario


Sábado 25 de marzo. Llueve en Tafí Viejo a minutos de empezar el recital en la Casa de la Cultura municipal. La sala está casi llena, sólo quedan dos o tres lugares separados. La imagen de unos niños sentados en el piso leyendo libros a metros de la puerta, en silencio, mientras sus padres disfrutan del espectáculo, es una señal que augura un buen momento.

A las 22.35 en punto arrancó el Topo Encinar con su repertorio. A su lado, en la guitarra eléctrica, lo acompañó el Gallego Estrada, uno de esos músicos que le hacen la segunda a cualquiera a último momento. De oído exquisito.

Ir a un recital del Topo Encinar siempre sorprende porque es un artista transparente, es imposible no

13 noviembre 2014

El periodismo y sus mutaciones: somos antenas


Soy periodista. Mi primera aproximación a una redacción fue cuando aún se escuchaba el repiqueteo de las teclas de las máquinas de escribir y había sólo dos computadoras conectadas a internet. En esa misma oficina, en las que éramos alrededor de 25 trabajadores, entre periodistas, archiveros, fotógrafos, diagramadores y caricaturistas, aún se podía fumar. Insoportable para quienes no lo disfrutábamos.

Una de mis primeras tareas fue trabajar en la sección de noticias internacionales, "cables”, le decíamos. Por lo tanto, tuve la suerte de manejar una de esas dos computadoras a las que pocos tenían acceso. La conexión era tan pero tan lenta que ingresaba al sitio de noticias y mientras la página se abría, tenía tiempo

10 junio 2013

La sirena abrió la puerta del túnel del tiempo


Desperté cuando aún era de noche y el sonido de la sirena me abrió la puerta del túnel del tiempo.

La rutina de despertarse bien temprano para ir al trabajo es eso, una rutina. Escuchar el despertador, apagarlo, encender la pantalla del teléfono, mirar la hora y ver si me llegó algún mensaje, de pasada. Pero el miércoles de la semana pasada fue distinto.

Quince minutos antes de las seis, simultáneamente al despertador sonó una sirena. No era nueva. Me

15 mayo 2013

Por última vez



Ocurrió una mañana de setiembre de 1993. Trabajaba en una oficina del municipio de Tafí Viejo, mi ciudad. Un auto paró frente al edificio, escuché mi nombre y salí. Una tía me avisaba que Julio, mi viejo, se

24 noviembre 2011

Murió Bussi, el genocida se llevó a la tumba sus secretos


Murió Antonio Bussi. El mandamás en Tucumán durante la última dictadura y electo con el voto popular como gobernador, también en esta provincia, entre 1995 y 1999, se llevó a la tumba los nombres y los lugares en donde fueron arrojados los cuerpos de cientos de desaparecidos. Hallado culpable de crímenes de lesa humanidad, durante un juicio histórico defendió su sangriento accionar durante la dictadura. No se arrepintió de nada, o sea, hubiera vuelto a torturar y a matar si, a su juicio, hubiera sido necesario. Una locura. Más que eso, un genocida.

De mirada fría, en una ocasión y ya siendo gobernador, tuve la oportunidad de preguntarle qué opinaba

04 junio 2011

Recuerdos de una infancia feliz y presente


Hay momentos e instantes de la niñez que quedan grabados a fuego, inexplicablemente. El tiempo se encarga, más tarde, de darles un lugar, de resignificarlos, de darles un sentido. Siempre busqué respuestas a la pregunta de qué me estimula a correr por las sendas de los cerros y caminos de Tafí Viejo. Y creo haber encontrado una explicación.

De niño, mi mamá, Yolanda, solía llevarme, junto a mis hermanas, a unos de los dos cines taficeños. De esos que se construyeron a comienzos del siglo XX. Butacas y piso de madera, y techos altísimos. Ahí vi la película, cuyas escenas se quedaron grabadas para siempre en mis retinas: "Running", con el entonces jovencito Michael Douglas. Las escenas finales del film pudieron con ese niño de apenas 10 años. Y cuando empecé unos años después a correr mis primeras maratones de secundaria, esos flashes me acompañarían del mismo modo y con la misma intensidad que hace ya 32 años.

Pero también hay otra respuesta: las imágenes de esa película y las sendas del monte me remiten directa y dulcemente a la ternura y al amor de Yolanda, y al recuerdo de ese niño que aún disfruta de los cerros, más que nunca, como un pájaro, libre.

16 septiembre 2008

Un encantador de serpientes en colectivo


Hace unos días subí a un colectivo camino desde mi ciudad, Tafí Viejo, hacia San Miguel de Tucumán. Un viaje de 30 minutos que en su último tramo se transformó en el escenario de un "encantador de serpientes", ofreciendo sus útiles baratijas, ideal para el maletín o bolso del caballero y la cartera de la dama. Concretamente vendía pequeños, pequeñísimos destornilladores para trabajos de precisión y guantes para trabajar. Y no le fue tan mal, vendió cinco juegos. Y así como inesperadamente apareció, rápidamente se esfumó dando un salto desde el estribo del bondi hasta la vereda. Buscavidas.

27 julio 2008

Domingo de lectura y fotos digitales

¿Cuántas cosas se habrán escrito sobre los atardeceres y noches de los días domingo? Ríos de tinta y de bytes hacen referencia a los nostálgicos anocheceres domingueros y no seré yo la excepción.
Para neutralizar esa extraña sensación de "necesito-que-el-día-termine-cuanto-antes", me sumergí en columnas de opinión sobre la realidad política actual y confieso que comencé por los diarios de mi mayor agrado, como ser Crítica Digital y Página/12 y recién luego le entré a Clarín y Perfil, dejando para el último La Nación.
Después de este prolongado proceso recordé una muletilla que permanentemente está en boca de quienes se oponen a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner: "En este país no hay libertad de prensa". Y la verdad es que si uno hace un repaso de todo lo que se dice en diarios, revistas y páginas web sobre el matrimonio presidencial la conclusión es inevitable: Es una acusación que no se sostiene en los datos de la realidad.
Ah, me olvidaba. Todos los columnistas coinciden en que asistimos a un momento de cambios en el Gobieno Nacional; mientras para algunos la lectura es optimista, para otros se trata de un simple maquillaje. A los políticos hay que medirlos en base a lo que hacen y no sobre lo que dicen. El futuro dirá quién tiene la razón.
Después de la lectura, me tomé unos minutos para hacer unas fotos de la avenida principal de mi ciudad, Tafí Viejo, aplicando las recomendaciones que me dio un amigo, sin utilizar el modo automático.

22 junio 2008

Flor campesina, en la voz de Juan Pablo Ance

El taficeño Juan Pablo Ance dejó de ser una promesa y ya es una de las mejores voces del folklore tucumano y en este caso interpreta la zamba "Flor campesina", que le pertenece al también taficeño Gustavo Molina. La letra, obviamente, está inspirada en Tafí Viejo y forma parte del nuevo cancionero del folclore norteño. Que la disfruten.

Tafí Viejo desde calle Uttinger última cuadra, casi al pie del cerro.
Escuchá "Flor campesina", por Juan Pablo Ance

15 junio 2008

¡¡¡Felíz día viejo!!!



Qué raro que es escribirte. Igual, esto es lo que me salió: Recuerdo vagamente que vos nos bañabas (a mí, Valeria y Mariana) y una de las cosas que más me quedaron grabadas es el olor a cigarrillos que había en toda la casa. Fumabas negros Fontanares, insoportables. Pero el tiempo trocó ese olor en la fragancia con nostalgia de una niñez feliz, muy feliz, pese a algunos malos ratos por tu debilidad a los vinos. Te gustaban mucho y de tanto disfrutarlos a veces te ponías cabrón, hasta que la ternura de mamá te calmaba y te dormías.
Igual, hoy es tu día. Y ese recuerdo es cada vez más chiquito, mientras el recuerdo de tus abrazos, tu olor a Fontanares, tus manos de obrero ferroviario y tu entrega a la política crecen cada vez más. Me hiciste hincha de Racing, de Atlético Tucumán y de Juventud Unida. Las frutas que como a diario son de tu exclusiva responsabilidad y mis ganas de aprender también tienen qe ver con vos y la vieja.
Viejo, Julio, vayaunoasaber dónde estarás. Te fuiste dos años antes que la vieja, Yolanda, y seguramente deben andar juntos por ahí. A su modo, hoy entiendo que se amaban, se necesitaban. Recién hoy comienzo a entenderlo.
Viejo, viejito, hace 39 años que festejo el día del padre y hoy lo soy. Esta mañana Aimé, Lautaro y Malena me hicieron un hermoso regalo. En setiembre se cumplirán 15 años del inicio de tu viaje y la verdad es que me encantaría darte un abrazo, como ese que nos dimos por primera vez a mis 18 años. Y besarte, abrazarte, besarte, sentir tu olor y besarte. Te los doy de todos modos, de vez en cuando, en mis sueños. Ojalá te lleguen.
Igual, viejo, Felíz Día del Padre.
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