Fui a la plaza Hipólito Yrigoyen durante la acampada peronista, frente a Tribunales, en el Barrio Sur de San Miguel de Tucumán, cuando la Cámara en lo Contencioso anuló las elecciones provinciales del 23 de agosto hasta que la Corte Suprema de Justicia puso las cosas en su lugar, seis días más tarde.
Por ejercicio periodístico y por razones ideológicas no podía faltar. Intuía que allí pasaba algo que no debía perderme. Y fui, en dos ocasiones.
La primera impresión fue el contraste entre el nombre del paseo y lo que sucedía ante mis ojos. Pese a que la plaza tiene el nombre de uno de los principales ideólogos del radicalismo, esa hectárea olía a peronismo y sonaba a peronismo desde mucho antes de llegar.
Entre el miércoles 16 y lunes 21 de septiembre, la Yrigoyen fue un hormiguero de peronistas, de lo